El Renovalia Ciudad Real se vengó del Barcelona Borges (31-34), vigente campeón del torneo y verdugo de los manchegos el pasado año, y se alzó con su sexta Copa ASOBAL después de una exhibición del equipo de Talant Dujshebaev en la segunda parte.

El Barcelona rozó la perfección en la primera media hora de juego. Pese a que el Ciudad Real sorprendió a los azulgrana con un 0-3 de salida, los de Xavi Pascual no tardaron en echar el cerrojo a su portería. La defensa 6-0 catalán, amparado un gran Daniel Saric, se le atragantó al conjunto de Talant Dujshebaev, que empezó a sufrir para marcar.

Pero ese no fue el único problema del Ciudad Real en el primer tiempo, ya que en defensa el equipo de Dujshebaev fue una sombra del que se exhibió ayer ante el Valladolid. Además, el internacional Arpad Sterbik, decisivo tantas tardes, no tenía su día.

Por eso, a nadie le sorprendió que el Barcelona, dirigido magistralmente por Dani Sarmiento, le diese la vuelta al marcador justo cuando en el ecuador del primer tiempo (8-7).

Con el Ciudad Real atascado ante Saric, el Barcelona, gracias a su excelente trabajo defensivo y a las individualidades de Sarmiento, continuó aumentado su ventaja pese a quedarse con cuatro jugadores en pista (14-10, min.24), aunque un parcial 0-2 en los últimos dos minutos minimizó la renta barcelonista a sólo dos goles (16-14) al descanso.

Pero en el segundo tiempo todo cambió. El Barcelona dejó de defender y el Ciudad Real sacó a relucir la calidad que atesora su constelación de estrellas. En un visto y no visto, después de un contundente parcial 1-6 que Xavi Pascual no cortó con un tiempo muerto, el equipo manchego tomó el mando del marcador y ya no lo perdería (17-20, min.35).

Ante los problemas de su equipo en el ataque posicional, Dujshebaev recurrió al juego con el pivote, y ahí el internacional Julen Aguinalgalde se mostró letal con cinco goles en la segunda parte.

El Barcelona estaba desdibujado y su entrenador agotó su tiempo muerto (21-24, min.40), aunque de poco sirvió. Sólo los goles del central Sarmiento, nombrado mejor jugador de la final, mantuvieron a los catalanes en el partido.

El Ciudad Real entró en los últimos minutos con una ventaja de cinco goles que parecía asegurarle el título (25-30). Con el partido medio perdido, el entrenador del Barcelona se la jugó con una defensa 4-2 muy presionante que sorprendió a su rival.

El Barcelona se situó a un solo gol (29-30, min.53), pero de nuevo Julen Aguinalgade salió al rescate de su equipo para devolverle una renta de dos tantos a su equipo (30-32, min.56).

Una rigurosa exclusión de Källman hizo soñar a los de Pascual con la remontada, aunque dos pérdidas de balón en ataque fulminaron a los azulgrana.