Fran González explica en primera persona el desenlace del partido en Aranda: "Nos pitaron golpe franco y ellos, por culpa de las exclusiones, se quedaron con cuatro jugadores de campo para para situar en la barrera. El lanzamiento estaba más o menos centrado. Amagué a un lado, lancé por el otro y tuve la suerte de que el tiro se coló por debajo de las piernas del portero. No lo vi, me lo dijeron los compañeros".

No existe en el Pilotes Posada un protocolo claro para esta clase de jugadas. Hay que tener mano firme, pero tienen mucha más correspondencia con otras cuestiones como los estados de ánimo o la experiencia. González pidió el lanzamiento "porque me sentía con fuerzas. Estaba animado y lo pedí. Quique me dijo que adelante y nada más. No es algo definido antes de empezar". Y no es la primera vez que el lateral del conjunto vigués acierta en una jugada similar. Lo recuerda fresco en su memoria. La primera de sus víctimas fue el propio Academia Octavio cuando vestía la camiseta del Gijón: "Ellos (el Octavio) ascendían si ganaban en Gijón y tuvieron que esperar por aquel gol". Ahora debe estar expiando sus penas. El otro precedente tiene aún más gracia porque sucedió en el mismo escenario donde el pasado sábado salvó un punto para el Pilotes. Jugando con el Barakaldo resolvió otro partido en Aranda gracias a un golpe franco, lo que le lleva a afirmar sin duda que "allí me parece que no voy a ser muy bien recibido porque es la segunda vez que les fastidio el partido de la misma manera".

Festeja González que su gol sirviese para salvar un partido complejo en una de las canchas más complicadas de la categoría: "Llevamos muchas salidas incómodas seguidas como la de Huesca o ésta. La verdad es que casi le teníamos más miedo a Aranda que a Huesca porque el ambiente es más fuerte y porque es un equipo que te exige mucho por lo que corre. Creo que de contragolpe nos pudieron meter casi veinte goles o así. Al final el empate supuso una doble satisfacción por la dificultad del partido, por el gol en el último instante y porque esta clase de puntos son los que luego a lo mejor te separan o te meten en los puestos de ascenso".

Veterano de mil guerras, habitual de esta categoría desde hace años Fran González recuerda su aviso del día de la presentación en Vigo: "Ya comenté que esta categoría es infernal, que te puede ganar cualquiera, que no hay un solo partido sencillo y se está cumpliendo. Estoy acostumbrado a jugar en ella, puede que no haya gente de la calidad de la Liga Asobal, pero los que juegan aquí corren y se esfuerzan hasta que no les queda nada dentro. Te dicen que somos el Octavio y que tenemos un gran equipo, pero al final sirve de poco. Por el mero hecho de llamarte así o de ser uno de los favoritos no vas a conseguir el objetivo. Es muy difícil subir y se está demostrando".

Tampoco cree que el corte de tres puntos que hay entre los equipos igualados en el liderato (Teucro, Pilotes y Huesca) vaya a ser definitivo porque "aquí es fácil perder dos partidos seguidos y de repente te ves un poco más descolgado. Fíjate lo que le ha pasado a Anaitasuna que arrancó mal, decían que estaba descartado y ya lo tenemos a tres puntos después de una buena racha. Va a estar muy apretado hasta el final aunque es verdad que nosotros tenemos la ventaja de los tres puntos y el hecho de que Teucro y Huesca en la segunda vuelta tengan que venir a As Travesas".