"A ver qué vas a hacer esta semana", "os esperamos", le va lloviendo a Quique Domínguez por las calles de Pontevedra o si recoge a los niños en el colegio cuando se aproxima el gran derbi provincial. "Siempre de broma, con tono amable", matiza. En el técnico del Pilotes Posada se contiene y resume la rivalidad eterna entre académicos y teucristas, que este sábado conocerá otro capítulo. En él se sustancia lo que distingue y a la vez hermana. Criado en una casa, instalado en otra, la genética azul, el corazón rojo.

Quique Domínguez es miembro de familia bien en la capital, su más brillante saga deportiva. En el Teucro se crió y maduró. Pasó allí quince años. "Pero ya va pasando el tiempo", dice de este suspiro que es tanta vida. Porque en el Pilotes concluyó su carrera y se mudó al único banquillo que conoce hasta el momento. Javier Rodríguez lo renueva cada temporada sin firmar contrato, de palabra, casi con un simple gesto. Ya se hace raro pensar en el equipo sin él, lo que era antes y será o sería. Catorce años, entre jugador y entrenador. "Y claro, te identificas con el club, lo sientes, aunque no reniego de mi pasado teucrista".

En total, 29 años de derbis, en categorías inferiores, Asobal, División de Honor B, Copa Diputación, Copa Xunta, Trofeo FARO, amistosos... "No sé", se horroriza si se le pide la cuenta. Más de cien derbis, seguro, demasiados para inquietarse ante el que se avecina. "A todo se acostumbra uno. Te lo tomas con más naturalidad", explica. "Aunque siempre serán partidos como el del pasado sábado ante el Frigoríficos, emotivos, diferentes, bonitos, con tensión".

Los derbis ahora pueden disfrutarse sin crispación. "El ambiente ha ido mejorando, seguramente porque en los últimos años ha habido mucho trasvase de jugadores. Antes había mayor pique, más enconamiento. Todo se ha relativizado más", valora.

El Teucro aún le duele. "A nivel institucional son años convulsos. Acaba de dimitir el presidente, a ver si convocan elecciones, tienen un problema en la base... No lo sigo muy en primera línea, pero estoy al tanto". A nivel deportivo le produce respeto: "En su cancha dejarán escapar pocos puntos. Han ganado sus dos partidos ahí con holgura. Si sus hombres importantes no tienen lesiones, pelearán por meterse entre los cinco primeros".

A diferencia de lo que sucedió con el Frigo, "el Teucro apostará por un juego más posicional. No tienen tanto banquillo y querrán llegar frescos a la fase decisiva". El Pilotes ira a lo que suele, a galopar. " Nosotros seremos fieles a nuestra idea. Otra cosa es lo que nos dejen ellos". Nosotros y ellos, conceptos que en Quique son mestizos.