El Celta recibirá una inesperada inyección económica de seiscientos mil euros sin necesidad de vender a ninguno de los futbolistas que actualmente tiene en nómina gracias al traspaso de Rodrigo Moreno Machado, el delantero de la selección española sub 19 formado en A Madroa, al Benfica.

El Real Madrid vendió ayer al artillero hispano-brasileño al club lisboeta por seis millones de euros. Al Celta, que traspasó el pasado verano a Rodrigo al conjunto blanco, le corresponde un 10 por ciento del montante fijado en la operación. Así figura en las condiciones pactadas hace poco menos de un año con el club de Concha Espina, cuando el Celta se vio obligado a vender al futbolista tras negarse éste a renovar.

El Celta no obtuvo una gran cantidad de dinero por una de las más firmes promesas de la cantera pero se aseguró una serie de contrapartidas que no han tardado en proporcionar copiosos réditos. El club vigués cuenta con una opción de recompra preferencial en el mismo precio que el futbolista ha sido vendido al Benfica, pero no tiene la intención de ejercer esta prerrogativa. Prefiere conformarse con un 10 por ciento del montante de su traspaso, fijado en seis millones.

Los seiscientos mil euros que se recibirán por Rodrigo suponen un 40 por ciento de los ingresos previstos por el Celta para hacer frente al plan de viabilidad –le restan por cubrir otros novecientos mil– y superan en doscientos mil el coste del fichaje de David Rodríguez. Un importante respiro económico que alivia la necesidad de vender. El club, naturalmente, escuchará toda oferta que pueda llegarle pero la urgencia por ingresar es menor y seguramente podrá retener a algunas de las piezas importantes que están en el escaparate.

De todos modos, en Plaza de España se insiste en que no hay ofertas en firme por ninguno de sus jugadores y los que más opciones tienen de abandonar el equipo, como Michu o Ismael Falcón, han mostrado su disposición a cumplir su contrato. Roberto Trashorras abre la puerta a su salida pero cuenta con tres años más de contrato y el club, por expresa petición de Paco Herrera, no contempla vender la lucense a menos que llegue una gran oferta.

Lo que no esperaba probablemente el Celta era ingresar tan pronto seiscientos mil euros por un futbolista que el pasado curso militaba en Segunda División B. Pero la gran campaña de Rodrigo con el Real Madrid Castilla no ha pasado inadvertida. Algunos equipos de fuste como el Benfica y el Tottenham inglés seguían de cerca los pasos del jugador, que se ha revalorizado en las últimas semanas con su gran rendimiento en el Europeo sub 19 de Francia, del que España acaba de proclamarse subcampeona. En este torneo Rodrigo coincidió con Hugo Mallo, compañero en el juvenil de División de Honor el pasado curso, y su primo, el azulgrana Thiago Alcántara, el hijo de Mazinho, formado también futbolísticamente en Vigo (jugaron juntos en el Ureca) aunque nunca llegó a militar en el Celta.

Sí lo hizo Joselu, traspasado a finales del pasado verano al Real Madrid por 1,5 millones, también con una opción de recompra o la posibilidad de obtener el 10 por ciento de lo que el club blanco ingrese por su traspaso (o cesión) durante los cinco años que dure su contrato en Chamartín.