El ciclista francés Sylvain Chavanel se adjudicó la séptima etapa del Tour de Francia en la primera llegada en alto, con meta en la Station des Rousses, tras culminar una escapada que le permitió repetir triunfo, tras su victoria en Spa (Bélgica), y recuperar el liderato de la clasificación general.

El galo aprovechó un ataque en la última subida (Côte de Lamoura) para alcanzar a su compañero Jerome Pineau y marcharse en solitario. Chavanel se impuso con 57 segundos de ventaja sobre el segundo, el español Rafael Valls (Footon Servetto) y a 1:27 llegó otro español, Juan Manuel Gárate (Rabobank). El líder, Fabian Cancellara (Saxo Bank), sufrió en las ascensiones y finalmente perdió el maillot amarillo tras descolgarse del pelotón.

Por su parte, los grandes favoritos vivieron el primer contacto con la montaña con tranquilidad y mantuvieron el respeto mutuo, conscientes de que llegarán días más complicados. El excesivo conservadurismo de los principales equipos permitió que las escapadas fuesen una buena opción en el día y desde el primer kilómetro la carrera se animó.

Rubén Pérez (Euskaltel-Euskadi), Jerome Pineau (Quick Step), Christian Knees (Milram), Samuel Dumoulin (Cofidis) y Danilo Hondo (Lampre) formaron un primer grupo que se mantuvo al frente de la carrera hasta la última cota y llegó a contar con más de ocho minutos de ventaja.

Con el paso de los kilómetros, la renta se redujo y llegó a mantenerse cercana al minuto pero el pundonor de Pineau mantuvo viva la fuga. El francés se fue deshaciendo poco a poco de sus rivales hasta quedarse con Hondo. Mientras, el pelotón mantuvo la calma hasta la llegada de las ascensiones. Allí, el equipo Bouyges, que no había colocado a ningún corredor en la fuga, decidió animar la carrera y, después de reducir la distancia de los escapados, lanzó el ataque con Voeckler y Gautier.

Otros equipos se animaron y, entre ellos, Cúnego (Lampre), Gárate, Valls y Dani Moreno (Omega Pharma-Lotto). Pero era Chavanel el que más reservas tenía y no dudó en marcharse solo en busca de los fugados. Su compañero Pineau hizo lo propio con Hondo, al que dejó clavado en una de las rampas y durante unos kilómetros ambos corredores lideraron la etapa con una diferencia de medio minuto.

Sin embargo, los kilómetros comenzaron a pesar en la piernas de Pineau, y la carrera se le hizo demasiado larga. Chavanel no tardó en cazarle y se marchó sólo a la meta, mientras su compañero perdía poco a poco posiciones. Con ello, Rafa Valls impuso el mejor ritmo en los perseguidores y se marchó en solitario en busca del fugado. Finalmente no pudo soportar su ritmo y desistió en la lucha por la victoria de etapa para quedarse con un meritorio segundo puesto.