Paco Herrera es la principal baza que maneja el Celta para sustituir a Eusebio Sacristán al frente del banquillo, después de que fallasen los intentos de contratar a Gonzalo Arconada y a José Luis Oltra, quienes completaban la terna que manejaba el club vigués una vez que su consejo de administración decidió prescindir del vallisoletano, cuyo contrato expira el 30 de junio. A partir de esa fecha, Herrera, que actualmente trabaja en el Villarreal B, se convertirá con toda probabilidad en el octavo entrenador de la era Mouriño.

El Celta no ha podido cerrar definitivamente el acuerdo con el técnico catalán porque todavía está vigente el que une a éste con el Villarreal y por la irrupción del Valladolid, que también ha pensado en Paco Herrera para que lidere su proyecto de recuperar cuanto antes la máxima categoría que el club vallisoletano perdió hace apenas dos semanas.

Sin embargo, existe un acuerdo verbal entre el Celta e Iñaki Ibáñez, representante del todavía entrenador del filial del Villarreal, para que éste se haga cargo de la plantilla celeste la próxima temporada.

El compromiso se alcanzó después de romperse las negociaciones que Herrera mantenía con el conjunto amarillo, al que llegó mediada la actual temporada para sustituir a Juan Carlos Garrido, que pasó al primer equipo tras la destitución de Ernesto Valverde.

En Villarreal dan por segura la marcha de Herrera y reconocen que el preparador catalán tiene sobre la mesa las ofertas de célticos y de vallisoletanos. El conjunto castellano también quiere apostar fuerte para contratarlo, pues le propone que se haga cargo del banquillo y de la dirección deportiva, por lo que tendría la oportunidad de confeccionar una plantilla más acorde con sus preferencias.

Esta intromisión del Valladolid impide al Celta dar por cerrada la contratación del sustituto de Eusebio, a quien ayer se le comunicó oficialmente su no renovación: decisión adoptada el lunes por el consejo de administración que preside Carlos Mouriño. Eusebio llegó a media tarde a la sede del club en la Plaza de España, donde le esperaba la plana mayor del club, con Carlos Mouriño a la cabeza. Hoy está previsto que dirija el entrenamiento que el equipo realizará a partir de las diez y media de la mañana en las instalaciones deportivas de A Madroa para preparar el partido del próximo domingo en A Madroa.

Su posible sustituto, que nació hace 56 años en Barcelona, posee una extensa carrera deportiva. Como entrenador ha trabajado en el Badajoz, Numancia, Mérida, Albacete, Polideportivo Ejido, Recreativo de Huelva, Liverpool (como ayudante de Benítez), Espanyol (director deportivo), Castellón y Villarreal B.

Quienes han colaborado con él destacan sus aptitudes didácticas con los jóvenes. De hecho, recuerdan su labor con la cantera del Liverpool y el Espanyol, club en el que aprovechó su responsabilidad al frente del área deportiva para rejuvenecer la primera plantilla con jugadores procedentes del filial blanquiazul.

Al cumplir tres años en el club catalán, Herrera aceptó una oferta para entrenar al Castellón, en el que coincidió con el centrocampista céltico Aritz López Garai. El conjunto levantino realizó una gran temporada, manteniendo opciones de ascenso a Primera hasta las últimas jornadas y finalmente concluyó en la sexta posición.

Pero el preparador catalán se negó a continuar en el club, que se desprendió de los jugadores más importantes (Dealbert, Mario Rosas, López Garai, entre otros), porque el proyecto que le presentaban le ofrecía pocas garantías para realizar una buena campaña.

De hecho, el Castellón no levantó cabeza durante esta campaña y ya certificó su descenso a Segunda División B. En febrero pasado aceptó la oferta del Villarreal B, al que mantiene en las primeras posiciones de la clasificación. Ahora, el Celta ha llamado a su puerta para que continúe el proyecto que inició Eusebio con la cantera de A Madroa, aunque también se le pedirá el ascenso a Primera.