El Pilotes Posada tendrá que acometer una renovación de plantilla más profunda de lo previsto. El presidente, Javier Rodríguez, y el entrenador, Quique Domínguez, han activado el plan que permitirá adecuar el equipo a la División de Honor B. El objetivo será el ascenso. El presupuesto será inferior al empleado en la Liga Asobal pero ambicioso. Se pretendía cierta continuidad. Pero entre retiradas y marchas van a quedar muchos puestos por cubrir. Al menos, queda la tranquilidad de apoyar la estructura colectiva sobre una sólida portería. Javi Díaz se queda en Vigo.

El rosaleiro tiene contrato en vigor pero manejaba ofertas de la Liga Asobal y meditaba la conveniencia de mudarse. Javier Rodríguez lo ha convencido. Díaz seguirá defendiendo la portería académica. Y quizás con Yeray Lamariano como compañero. El eibarrés tiene otra temporada firmada. El problema para la directiva es que hay que ajustar los gastos. Díaz y Lamariano compondrían una pareja de lujo por nivel y sueldo para la categoría de plata. Con el vasco se negociará.

Javi Díaz se une, en consecuencia, a una lista de piezas fijas no demasiado extensa:la gente de casa (Nando, Cerillo, Macías) y poco más. A Montávez y Gustavo Alonso les han ofrecido la renovación. No han contestado, aunque el clima es de optimismo. A partir de ellos se inician los adioses.

Con Kobin hablarán los diregentes de la rescisión, ya que el estado de su rodilla no le permite alcanzar un nivel aceptable de juego. Iván Infestas ha confirmado que se retira del balonmano profesional (continuará seguramente en algún equipo amateur de la zona) y Sergio Crevatin también. El pivote argentino piensa regresar a su país por cuestiones personales aunque hay un pequeño margen de maniobra que Javier Rodríguez explorará. El pivote es un tipo comprometido, honesto, al que el club querría retener. No sucede lo mismo con Stefanovic, que abandona la entidad sin pena ni gloria. Masachs se va, en cambio, por la puerta grande. Regresa como máximo goleador de la Asobal a San Antonio, que obviamente lo repesca tras la cesión. Tampoco siguen José Costa, que vuelve a la liga portuguesa, ni Valero Ribera, que emprenderá la aventura del extranjero. Ambos quedan libres en caso de descenso, por firma o compromiso.

Rudovic protagoniza un caso especial. Él no queda libre. Su explosión goleadora lo ha convertido en una pieza atractiva tanto en Asobal como en otros torneos europeos. Quiere irse pero el club exige contrapartidas económicas. En ello están.

A falta de atar cabos, el Pilotes Posada tendrá que reforzarse en casi todas las posiciones: un pivote como mínimo, un extremo derecho, uno o dos izquierdos, casi toda la primera línea... Un trabajo arduo del que dependerán las posibilidades de ascenso.