El Pilotes rozó con los dedos la salvación. Los rojillos sólo perdieron por un gol de diferencia; no pudieron rematar la faena y la derrota en Ipurúa les condena de forma virtual a la pérdida de categoría. El Arrate, por su parte, ya puede respirar tranquilo. Sólo queda el Lábaro Toledo al alcance, a 4 puntos y con el average favorable a los vigueses. Pero los castellanos podrían asegurar su permanencia hoy mismo ante el Cuenca. De hecho, les vale un simple empate en los tres partidos que restan y el Pilotes tendría que ganar las dos suyos.

El Pilotes se plantó en la cancha del Arrate dispuesto a superar su primer match ball por la salvación. Pero no pudo ser. Todo jugaba en contra, desde el aspecto físico –José Costa se cayó de la lista y Pablo Macías estuvo en el banquillo, pero sin jugar– hasta el ambiental, ya que el Arrate llenó su pabellón para convertir la cancha de Ipurúa en un auténtico ´infierno´.

Los de Quique Domínguez arrancaron bien. Llegaron a situarse con 5-7, merced sobre todo a los contragolpes, que siempre lanzó un Xavi Díaz en estado de gracia. Los problemas aparecieron en ataque estático. Obligados por su inferioridad en estatura a combinaciones rapidísimas, los académicos incurrieron en numerosas pérdidas de balón.

El Arrate remontó y se puso a dominar con claridad. Con el 23-18 del minuto 45 todo parecía sentenciado. Tuvo entonces el Pilotes un ataque de casta. Poco a poco redujo la desventaja a su mínima expresión. Pudo soñar con la remontada. Los locales temblaron. Pero era una gesta que precisaba mayores recursos. Con el pitido final, los jugadores del Pilotes se fueron al suelo entre sollozos. El presidente, Javier Rodríguez, quizás el más entero, bajó del palco a consolarlos.

El veterano Infestas era de los que más lloraba. "Ha sido un partido muy bueno, aunque al principio hemos estado nerviosos. Cualquiera pudo ganar. Descendemos porque a lo largo de la temporada se han cometido demasiados errores". El central probablemente se retire: "Debo meditarlo, pero quizás ha sido mi tumba profesional".

Es la segunda vez que Galicia podría quedarse sin representantes gallegos en Asobal. En los últimas décadas sólo en la campaña 2006-2007 había sucedido esto, después del penúltimo descenso del Frigoríficos del Morrazo, cuando coincidieron en División de Honor B Teucro, Octavio y Frigoríficos. "Alguien debe reflexionar. Sin dinero, pocas cosas se pueden hacer", indica Infestas. Ahora las esperanzas están puestas en el Teucro, que aún tiene opciones de ascender.