"Es una final y la tenemos que ganar", así de tajante se manifiesta el entrenador del Pilotes, Quique Domínguez, sobre el partido que los vigueses disputan hoy ante el Arrate. Será una batalla a vida o muerte ante un rival directo por escapar del descenso y que aventaja a los académicos en cuatro puntos.

La derrota confirmaría de forma matemática el descenso del Pilotes, que en la segunda vuelta tan solo ha sumado cuatro puntos. "Este partido es definitivo, una final, y las finales sólo hay que jugarlas de una manera: con la máxima intensidad y con la mente muy puesta en el partido", añade Domínguez.

El equipo lleva dos días en Bilbao (a donde viajaron directamente desde Valladolid, donde el sábado jugaron ante el Pevafersa) preparando esta cita vital para su futuro. "Hubiera sido contraproducente volver a Vigo desde Valladolid y viajar otra vez hasta aquí. Hemos aprovechado, además, para concentrarnos estos dos días y poner todo nuestro esfuerzo en preparar este choque. Hay buen ambiente y mucha confianza en poder sacar el partido adelante", indica el preparador.

El Arrate ha tenido, sin embargo, toda una semana para preparar este lance, donde también se juega buena parte de sus opciones de salvación. Ahora mismo tiene 17 puntos, cuatro más que los académicos: "Ellos jugaron ante el Barcelona el martes pasado y tuvieron una semana entera para prepararse, pero eso no debe ser una excusa para nosotros. Por nuestra parte, creo que hemos tenido tiempo suficiente para descansar y para preparar este partido y tenemos que salir a por todas".

El conjunto rojillo, que se ejercitó el lunes y ayer en doble sesión en Bilbao, no teme tampoco la presión de las gradas de Ipurua, que registrarán un gran ambiente. "Es lógico que el Arrate haya querido llenar su pabellón porque ellos también se están jugando la permanencia. Nosotros debemos mantener la tranquilidad y tenemos ya suficiente experiencia para no dejarnos influir por este factor ambiental", dice Quique Domínguez.

La confianza en poder superar este duelo es máxima. "Todos somos muy conscientes de lo que nos jugamos y vamos con muchas ganas. Estoy seguro de que si ganamos mañana –por hoy– también seremos capaces de ganar el próximo sábado al Torrevieja en casa", asegura.

El equipo vigués está pendiente de José Costa, que arrastra molestias en una rodilla. Quique Domínguez prefirió reservarle en Valladolid para que pueda actuar hoy en Ipurua. También podrá contar con Pablo Macías, que ayer viajó desde Vigo para unirse a la expedición académica. "Es una buena noticia porque nos hace falta toda la ayuda posible", remata el técnico.