El Celta decide esta tarde dónde quiere vivir en el final de curso. Se mide el conjunto de Eusebio al último de la fila, el Castellón, (Castalia, 17.00 horas) en un duelo en apariencia propicio para retomar la senda del triunfo y consolidar su recién adquirida posición en la zona tibia de la tabla. Las circunstancias parecen propicias para los celestes, que se presentan en la capital de la Plana en un momento crítico para el adversario, que vive momentos de zozobra en todos los frentes y estrena técnico –Asier Garitano releva a Tintín Márquez al frente del banquillo albinegro– en un desesperado intento de reconducir el miserable rumbo de un equipo que, con la salvación a once puntos, tiene probablemente frente al Celta su última oportunidad de salvación.

El Celta recela sin embargo de la fragilidad del adversario. El sonoro tropiezo del grupo de Eusebio la pasada semana frente al modesto Real Unión ha sido un toque de atención imposible de soslayar y el plantel parece decidido a no subestimar al adversario. No será éste el único problema con el que tendrá que lidiar el preparador celeste, que cuenta para este choque con algunas bajas verdaderamente significativas. La más relevante es la de Roberto Trashorras, cerebro y goleador del equipo, que cumple ciclo de tarjetas, sin despreciar las de otros distinguidos lesionados: el portero Ismael Falcón, el defensa central David Catalá y el brasileño Danilo, un futbolista que ha cobrado en las últimas semanas un inesperado protagonismo.

Para sobrevivir a la baja de Trashorras, Eusebio entregará la dirección del equipo a Iago Aspas, que regresa al once tras dos partidos de sorprendente ostracismo. El moañés ya ha jugado en otras ocasiones en la medular con buenas prestaciones y Eusebio ha preferido explotar su talento creativo en perjuicio de la llegada del asturiano Michu, que aguardará una nueva oportunidad desde el banquillo. Aspas ocupará el flanco izquierdo de la línea medular en compañía de Vila, que actuará como tapón por delante de los centrales, y López Garai,

La alternativa a Falcón será de nuevo Yoel Rodríguez, al que avala su fiable participación en la Copa y un solvente papel ante el Cartagena en la única ocasión que el portero vigués ha tenido para reivindicarse en la Liga. La principal duda del once que el Celta desplegará esta tarde en Castalia atañe al eje de la defensa, donde Andrés Túñez y Sergio Ortega se disputan una plaza para acompañar a Noguerol. El compostelano parece contar con cierta ventaja en este duelo por su condición de zurdo y el largo periodo de inactividad de su adversario, que no ha jugado un solo minuto desde su debut en el primer partido de Liga.

En vanguardia tampoco se esperan sorpresas. Eusebio ha confirmado la titularidad de Cellerino, al que no pasa factura su desplante tras ser sustituido, y que volverá a ocupar la referencia en punta. Lo flanquearán de nuevo Dani Abalo, en el costado derecho, y Dimitrios Papadopoulos, arrumbado en la izquierda. No será la única munición con la que cuenta el preparador céltico para este partido. Eusebio recupera a Joselu y al portugués Saulo después de varias semanas de ausencia por distintas lesiones musculares.

La lista de efectivos se completa con el medio centro defensivo Cristian Bustos, el lateral Pedro Botelho y el portero juvenil Manu Taboas, a quien las lesiones de Falcón y del guardameta del filial Sergio Álvarez han llevado por primera vez al banquillo del primer equipo.