El Celta y el Albacete, como corresponde a dos equipos en franca recesión, comparten algunos de los peores registros de la categoría aunque presentan también problemas diferentes. Ambos rivalizan con el colista, Castellón, como los peores anfitriones del torneo, con 15 puntos cada uno en su estadio e idéntico balance: tres victorias, seis empates y cuatro derrotas.

Los manchegos no ganan en el Carlos Belmonte desde el 12 de diciembre, casi hace tres meses, cuando doblegaron por la mínima al Levante (1-0).

Los célticos, por su parte, ganaron su último partido en casa hace poco más de quince días, al Córdoba (1-0), aunque tan sólo han ganado uno de sus últimos ocho enfrentamientos.

El conjunto que dirige Julián Rubio, mientras, acumula diez jornadas consecutivas sin conocer la victoria (ganó su último partido el 19 de diciembre en el Nuevo Arcángel) y suma un punto menos a domicilio que el grupo que dirige Eusebio Sacristán.

Les diferencia esencialmente el gol y la solidez de sus defensas, diametralmente opuestas. Los celestes son, tras el Huesca, el equipo menos goleador del campeonato (22 tantos, igualados con el Córdoba) mientras que el Albacete es, tras el cuarteto de cabeza (Hércules, Real Sociedad, Cartagena y Betis), el máximo anotador del campeonato, con 27 dianas, doce más que los celestes.

Claro que el Albacete comparte con el Cádiz el deshonor de ser el conjunto más goleado de la categoría. Nada menos que 44 goles, ha recibido el conjunto manchego (17 en casa y 27 a domicilio) por apenas 27 el Celta, que es tras los cinco primeros el menos goleado del torneo.

El coeficiente general de goles es por ahora favorable a los célticos (menos cuatro por menos siete de los manchegos). En los enfrentamientos directos están igualados, pues en el partido de ida en Balaídos acabaron firmando tablas (1-1). Iago Aspas abrió el marcador poco después del descanso y Merino lo cerró en el minuto 78.