Kics Ciudad Vigo 78

Williams (5), Pope (12), Frost (12), Galarreta (12), Díez (1) –cinco inicial– Solá (12), Alba (0), Pettinella (4), 0´Leary (6) y Suka (14).

S. Josep Girona 88

Ortega (12), Sabat (8), Middleton (14), Devries (18), Badal (7) –cinco inicial- Jiménez (0), Nikkila (0), Douldin (15) y Navarro (14).

Parciales: 15-23, 17-23, 31-10, 12-19 y 3-13. Árbitros: José Antonio Pagán y Juan Gabriel Carpallo. Señalaron 24 faltas al Kics Ciudad de Vigo y 15 al Sant Josep Girona. Sin eliminados por personales. Incidencias: Encuentro disputado en el pabellón de As Travesas, que registró una aceptable entrada para la hora en la que se jugó el encuentro.

El Kics Ciudad de Vigo vivió ayer el enésimo episodio de lo podríamos denominar una historia sin fin. Un cúmulo de calamidades que está provocando el desánimo en un equipo que comienza a plantearse lo que tiene que hacer para evitar la mala suerte que parece que le persigue desde el comienzo de la temporada. Lo que estaba llamado a ser una remontada épica, al recuperar una desventaja de dieciséis puntos colocándose con siete de ventaja, acabó en la vigesimoprimera derrota, tercer que ocurre en la prórroga.

El partido tuvo tres partes bien diferenciadas. La primera cubrió los dos primeros cuartos, en los que el equipo de Manolo Povea no hizo un buen partido. La segunda fue tras el descanso, en el tercer y cuarto cuarto, en donde se vio, posiblemente, al mejor Kics de la temporada; y una última parte, en el tiempo extra, en el que el conjunto catalán borró a los vigueses del campo.

El equipo vigués tuvo muchos problemas al iniciarse la contienda. Conseguía hacer una buena defensa, imposibilitando los tiros cómodos de los catalanes, pero era incapaz de corresponder esa buena defensa con una buena selección de tiro. Así, el Sant Josep consiguió una ligera ventaja en el marcador, que alcanzaba los cuatro puntos a los cinco minutos de juego.

Povea tuvo que echar mano de Marc Solá para llevar la dirección del equipo, ya que Patrick Pope no tenía su día. Lo mejor llegaba, un día más, de las manos de Tim Frost, que mantenía una gran lucha con Darryl Middelton.

En el segundo cuarto el conjunto vigués consiguió mejorar al comienzo pero no lograba bajar de los siete puntos. La imagen era muy parecida a la de los primeros diez minutos de juego, con un conjunto vigués muy metido en defensa pero sin poder rematar la faena en ataque. Esa circunstancia la aprovechó el conjunto catalán para escaparse en el marcador y llegar a tener 16 puntos de ventaja, dejando la diferencia en catorce al final de los primeros veinte minutos de juego.

La tragedia se mascaba en As Travesas, ya que el Kics no estaba bien y de eso se estaba aprovechando el equipo catalán para abrir una importante brecha en el marcador. Sin embargo, las indicaciones de Manolo Povea en el descanso dieron resultado. Fue como si el técnico hubiera borrado de la mente de los jugadores los dos primeros cuartos y afrontasen otro partido.

Posiblemente resulte excesivo decir que fueron los mejores diez minutos de toda la temporada, pero el parcial de 31-10 deja muy claro lo que sucedió después. El conjunto vigués funcionó como un bloque. Se mejoraron los porcentajes de tiro de dos y de triples. Al final del cuarto, habían logrado recuperar dieciséis puntos y se iban con siete de ventaja. Sin embargo, en los últimos diez minutos, no supieron mantener el mismo nivel y con el tiempo cumplido, dos tiros libres del conjunto catalán le permitían empatar a 75 puntos. Las experiencias anteriores en las prórrogas no habían sido positivas; y ayer, tampoco.