El Real Madrid prolongó la dinámica de buen juego de los últimos encuentros y, alentado por la languidez que fue incapaz de disimular su rival, el Zaragoza, despidió el año con buenas sensaciones, al vencer por 6-0, para acabar arrimado al liderato del Barcelona, del que sólo le apartan dos puntos.

El quinto triunfo seguido del conjunto de Manuel Pellegrini, incluido el obtenido en Marsella en la Liga de Campeones, resultó plácido. Consecuente con los datos que argumentan la fortaleza blanca como local, donde ha resuelto los ocho duelos que ha disputado, con 28 goles a favor y sólo seis en contra, y las miserias aragonesas, especialmente de su zaga, la más goleada del campeonato.

En poco más de media hora el Real Madrid ya había sellado su triunfo, advertido su festín y subrayadas sus aspiraciones. Cierra el año el cuadro blanco como el más anotador de lo que va de curso.

Gol al pisar el campo

Un gol a los tres minutos de Gonzalo Higuaín facilitó la tarea local. No falla el argentino, rebosante de acierto y confianza. Ha condenado al francés Karim Benzema al banquillo. También lo fue en esta ocasión, en su veintidós cumpleaños, a pesar de firmar su mejor papel en Mestalla hace siete días.

El brasileño Marcelo, la solución madridista por la izquierda, facilitó el tanto a Higuaín. También fue partícipe en el segundo, que firmó Van der Vaart. El holandés, recambio de Kaká, hizo también el tercero, antes de la media hora, que amplió de nuevo Higuaín, con un remate dentro del área.

Muchos minutos atrás, sin embargo, el Zaragoza evidenció que los problemas que le han enviado a la zona de descenso no es una cuestión de técnico. Jose Aurelio Gay tiene trabajo por delante. Sobre todo en la zaga, donde no para de conceder facilidades.

Cristiano lo buscó desde el principio

Cristiano Ronaldo

también tuvo su momento. Lo buscó desde el inicio. Pretende gustar con premura a la afición madridista y encontró su lucimiento particular en el arranque de la segunda parte, cuando, dentro del área, recibió un centro de Garay. Se recreó, sorteó en un palmo a un par de rivales y cruzó el balón al otro lado de López Vallejo.

La situación alentó el reparto de minutos. Fue el momento de Raúl y Benzemá, que entraron a la vez a la hora de partido. También Gay movió sus pieza y sacó al campo al brasileño Ewerthon y a Jorge López.

El ariete galo se regaló un tanto en su conmemoración al aprovechar uno de los buenos pases de Van der Vaart, que, ovacionado, dejó su sitio a Esteban Granero.