Davor Cutura lanzó un balón sobre la bocina desde el centro del campo para arañar un punto en As Travesas y firmar un empate ante un Pilotes que con el reparto de puntos no termina de despejar su futuro.

En un final agónico, un error del técnico visitante, que anuló un gol de su equipo al pedir un tiempo muerto, el Pilotes llegó a verse capaz de firmar un triunfo ante un rival directo en la lucha por eludir los puestos de descenso. Pero Cutura salvó el empate para el Arrate con un gol sobre la bocina desde el centro del campo aprovechando que la portería local estaba vacía.

La buena noticia de la jornada fue el regreso del luso José Costa, cuya ausencia se había dejado notar de forma significativa en el ataque rojillo.

Ambos equipos llegaban igual de necesitados a este choque. El cuadro eibarrés, rival directo del Octavio, llegó con la intención de oxigenar su delicada situación a costa de un Pilotes mucho más presionado, con dos puntos menos que su rival en la tabla.

El Pilotes, liderado por Valero Rivera en el arranque del encuentro, llegó a igualar el partido en el min. 14. (6-6), pero el Arrate estaba más convencido de sus posibilidades y en el min. 15 establecía un preocupante 6-8.

Se atascaba el Octavio. Se diluía entre la defensa eibarresa. Se agarraban los vigueses entonces a la eficacia de Javi Díaz y a las ganas de Masachas (el mejor de los rojillos ayer) para recortar distancias.

Empezaba a darse cuenta el Pilotes de lo mucho que complicaría su situación una derrota. Este partido era la primera final de los vigueses antes del parón liguero y trató de ordenar sus ideas. Un lanzamiento de siete metros por parte de Maschas puso por delante a los locales 10-9 en el min. 21. La igualdad era máxima.

Masachs se crecía y Rudovic no quería quedarse atrás (13-12, min. 26). Provocaron la ira de Julián Ruiz y le obligaron a pedir su tiempo muerto. La bronca hizo efecto; así que vuelta a empezar.

A falta de treinta segundos para el descanso Montávez permitió a los vigueses irse al vestuario con dos goles de ventaja (15-13).

Pero el Arrate regresó a la cancha mucho más motivado y aunque Masachs ya jugaba con una marcha más, no era suficiente para culminar la remontada. En el min. 34 el Arrate vuelve a nivelar la balanza (16-16) y a los vigueses le entraron las prisas. La exclusión de Törö concedía una tregua a los de Quique Domínguez, pese a que Stefanovic no pudo materializar dos ocasiones clarísimas para volver a coger las riendas del partido.

Un parcial de 0-5 estancó a los vigueses y el 16-19 cayó como una losa. Quique Domínguez parecía desconcertado al ver cómo su equipo se dejaba llevar. Pidió un tiempo muerto. Llamó al orden a sus pupilos y trató de reconducir la situación.

Rudovic tomó buena nota, pero el Pilotes empezaba a desangrase (17-21, min, 40). Parecía incapaz de reaccionar y cometía errores infantiles.

La portería defendida por Voncina parecía haber encogido. Rudovic sudó tinta china para establecer el 19-21. Volvió Masachs y animó la fiesta (20-23, min15). El Arrate no daba la sensación de ser capaz de rematar la faena y a esa realidad se agarró el equipo vigués para mantenerse con vida. Dos minutos de exclusión a Crevatín dejaron al Pilotes en manos de un Javi Díaz muy atento, que evitó que el Arrate aprovechase su superioridad para aumentar su ventaja.

Falló Masachs un lanzamiento desde los siete metros en el min. 50 que condenó al Pilotes a sufrir hasta el final. Quique Domínguez se desesperaba en el banquillo mientras su equipo perdía el norte, airado por las decisiones arbitrales, que costaban la segunda exclusión a Crevatín.

El Pilotes perdió la concentración, y la puntería. Pero un error del técnico visitante, que anuló un gol al pedir un tiempo muerto, dio vida a los vigueses. Crevatín firmaba el 28-27 pero el Arrate no desperdició las últimas milésimas. Con Costa como portero-jugador y la portería vacía, Cutura lanzó un balón desde el centro del campo que puso el definitivo 28-28. El Pilotes debe asumir que le toca sufrir esta temporada.