El francés Jean Todt parte como favorito para suceder al británico Max Mosley a la cabeza de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) en las elecciones de hoy, puesto al que también opta el finés Ari Vatanen. Los 132 electores que componen la asamblea general se reunirán en la sede de la organización junto a la parisiense plaza de la Concordia para elegir al sustituto de Mosley tras 16 años de controvertido reinado del británico en el automovilismo. Tras escuchar durante 15 minutos a cada candidato, votarán en una urna en un proceso que será vigilado por un notario.

Todt cuenta con el apoyo de los dos hombres más influyentes del automovilismo actual, el saliente Mosley y el propietario de la Fórmula Uno, Bernie Ecclestone. A Todt no le ha quedado más remedio que presentarse como el candidato de la continuidad al frente de una FIA que en los últimos años ha vivido acontecimientos convulsos.

Fino estratega político, Vatanen ha sabido colocarse como el hombre de la renovación y ha obligado a Todt a asumir la no siempre bien percibida herencia de Mosley. Esa es la principal carta que juega el nórdico. Para marcar su territorio, Vatanen presentó una denuncia contra la FIA al considerar que el apoyo declarado de Mosley a Todt no garantizaba unas elecciones limpias y neutrales. Una reunión con el saliente presidente de la FIA sirvió para que el finés retirara la demanda, no sin que ésta le sirviera de golpe publicitario frente a su rival.