El español Carlos Cabezas guió con mano firme el estreno victorioso, en la prórroga, de su equipo, el Khimki ruso, en la Euroliga, ante un Real Madrid en el que la gran actuación de Darjus Lavrinovic no fue suficiente.

No comenzó bien el Real Madrid, que sufrió en exceso bajo los tableros con la presencia del fornido Javtokas. Las segundas y terceras opciones en los ataques del equipo ruso le permitieron adquirir las primeras ventajas en el marcador, 11-6 a los cuatro minutos de partido.

La primera diferencia importante, 17-10, la consiguió el Khimki a los ocho minutos y medio de juego, en parte porque el Real Madrid no consiguió un flujo constante de puntos en su ataque.

La entrada de Lavrinovic, en el Real Madrid, igualó las fuerzas bajo los tableros, y al final del primer periodo se llegó con 17-14.

Sin embargo, los mismos problemas se repitieron en el segundo cuarto. El Madrid, no supo cerrar convenientemente el rebote defensivo -ocho rebotes ofensivos de los rusos- y el Khimki impuso su mayor músculo para marcharse al descanso con siete puntos de renta, 39-32.

Ettore Messina, entrenador del Real Madrid, no encontró la fórmula para contrarrestar el juego de los rusos, pese a sus continuas rotaciones, y la falta de un referente ofensivo exterior se dejó sentir en la anotación de los madridistas.

Raúl López y Carlos Cabezas, fueron los mejores del equipo ruso, con su buena dirección, junto con el poderío bajo tableros de Javtokas y el tiro exterior de Langford.

Remontada madridista

El Madrid salió con nuevos bríos tras el paso por el vestuario y desde una defensa más agresiva comenzó a crecer, igualando el marcador, 41-40, en apenas dos minutos, obligando a Sergio Scariolo, entrenador del Khimki, a pedir tiempo muerto. Los madridistas completaron la remontada, poniéndose 41-42 en el luminoso.

Una zona del Real Madrid, en el que Lavrinovic siguió siendo fundamental en ataque y en defensa, complicó un poco más el ataque del Khimki. Cabezas, con un triple, permitió que su equipo volviera a mandar en el marcador al final del tercer cuarto, 53-52.

Con Lavrinovic y Cabezas tirando del carro de sus respectivos equipos, la alternancia en el marcador fue la tónica habitual del último cuarto, hasta el punto de que al final del tiempo reglamentario se llegó con empate a 72 y hubo que recurrir a la prórroga.

El Khimki se aferró al gran partido de Cabezas en la prórroga y al final alcanzó la victoria en su estreno en la máxima competición europea de clubes.