Tercera derrota de la temporada para un Celta B que se ve descabalgado de sus posiciones de privilegio después de perder en el campo de Las Llanas ante un Sestao que andaba muy necesitado de puntos. Se rompe así la racha del equipo filial de los olívicos, dirigido por Milo Abelleira, y que ayer nunca pudo con la solidez de los verdinegros, que brindaron al fin una buena actuación a sus aficionados.

El Sestao River salió de las plazas de descenso tras vencer en su campo de Las Llanas al conjunto que hasta ayer lideraba la clasificación, un Celta B que cayó después de haber contado por victorias sus últimos seis encuentros. El conjunto local jugó el choque más completo en lo que se lleva disputado. Se adelantó con dos goles, supo sufrir cuando el rival acortó distancias y finalmente sentenció cuando mejor lo estaba haciendo su oponente. El filial vigués, mejor plantado que los locales en los primeros minutos de juego, no pudo sobreponerse a los dos goles encajados antes de la media hora y la derrota les deja ahora con 18 puntos, igualados con Ponferradina y Alavés.

Salió el conjunto gallego con determinación y en los primeros minutos manejó con criterio el balón, mientras el River tenía problemas en labores de recuperación. El filial vigués, dirigido por Milo Abilleira, es un conjunto con las ideas claras y cuyos jugadores, individualmente, parecen más veteranos de lo que corresponde a un filial.

Con el 1-0 el Celta B tuvo que estirar sus líneas para buscar rápido el empate. Sin embargo, los jugadores verdinegros comenzaron una gran labor defensiva y no dieron opción. El Sestao se puso con un 2-0 antes de la media hora. El marcador dio tranquilidad al público asistente a Las Llanas, acostumbrado este año a ver el marcador favorable al equipo visitante.

Tras la reanudación todo fueron malas noticias para el Sestao. Con el 2-1 vivió sus peores minutos y el Celta B buscó la igualada ante una acertada defensa local, que ya prácticamente no dio opción a los delanteros celestes hasta el final del partido. El River, echado muy atrás, esperaba a poder salir a la contra para sentenciar.