Habrá que esperar otra semana para conocer en profundidad hasta dónde puede llegar el equipo vigués ya que otra vez el encuentro resultó demasiado fácil para los hombres de Flavio Calafell, posiblemente mucho más de lo que reflejan los marcadores de los tres sets ya que una vez que los parciales estaban encarrilados, los locales bajaban el acelerador para que los visitantes pudiesen acercarse más y finalizar con los guarismos que se reflejan en el acta del encuentro.

Los aficionados disfrutaron de la victoria local pero no del juego, salvo en alguna jugada aislada donde los dos equipos pusieron cierto empeño y dieron algo de espectáculo.

El primer set comenzó con cierta igualdad y los dos equipos estuvieron tanteándose, posiblemente más de lo esperado ya que después del primer tiempo técnico, donde el marcador reflejaba un 8-6, los vigueses empezaron a marcharse con mucha claridad hasta un 19-9 que hacía que el sets se decantase hacia el lado local.

El segundo set también comenzó con cierta igualdad, llegando los visitantes a acercarse a dos puntos de manera "peligrosa" (10-8). Un tiempo muerto de Calafell para poner orden en su sexteto hizo que el marcador se fuese hasta un 20-13 que dejaba bien claro quien era el dominador.

El tercer parcial podría haber sido el más claro para los locales pero éstos bajaron la guardia. Posiblemente los cambios en el sexteto también se dejaron notar a la hora de mantener el mismo ritmo. El marcador pasó de un claro 13-3 hasta un 17-12 que no reflejaba lo que estaba pasando en el campo. Nuevo tiempo de Calafell y los locales finalizarian el set y el encuentro con un claro 3-0 que los mantiene en los primeros puestos de la clasificación.

El próximo fin de semana se enfrentarán los dos equipos que están en cabeza de la clasificación, e imbatidos, el Almoradí y el Vigo y se citan en el Nuevo Pabellón de Almoradí el sábado a las 17.30 horas, donde se podrá calibrar, en cierta medida, hasta dónde son capaces de llegar los vigueses en la Superliga 2.