Carlos P.O., de 28 años, fue condenado por el Juzgado de lo Penal número 2 de A Coruña a seis meses de prisión, una multa de 900 euros y a abonar una indemnización de otros 1.354 por la rotura de la luna del autobús del Celta mediante el lanzamiento de un vaso cuando se dirigía al estadio de Riazor para disputar un partido el 29 de abril de 2006.

Los hechos ocurrieron a las 19.20 horas en el paseo de La Habana, en las inmediaciones del terreno de juego, donde el hombre se encontraba junto con otras personas consumiendo bebidas a la espera del comienzo del encuentro.

En el momento en el que el vehículo del Celta pasó por el lugar, un numeroso grupo de aficionados increpó a los jugadores que viajaban en su interior, al tiempo que le lanzaban vasos, botellas y piedras.

Uno de los agentes encargados de la protección del autobús observó como el ahora condenado arrojaba un vaso de tubo que, junto con los otros objetos, rompió una de las lunas del vehículo.

El policía exigió a Carlos que saliera del grupo y que se aproximase, momento en el que trató de ocultarse entre la multitud. El agente intentó asirlo pero él consiguió zafarse en un primer momento, aunque por un movimiento de los congregados, finalmente fue empujado hacia el lugar en el que se hallaba el funcionario policial.

Durante la vista oral del juicio, el acusado negó haber lanzado el vaso al autobús, lo que el tribunal no admite, ya que estima que el agente no tenía ninguna razón para denunciarle falsamente, a lo que añade que incluso no le responsabilizó de la rotura del cristal, que en su opinión se produjo por el lanzamiento de otros objetos de mayor contundencia.

También tuvo en cuenta el juez de este caso que el policía negó que el detenido se comportase de forma violenta, pese a lo cual considera que existió un delito de resistencia a la autoridad por el que le impone una pena de seis meses de prisión, aunque no llegará a cumplirla por carecer de antecedentes.

La Fiscalía solicitaba inicialmente para Carlos P.O. nueve meses de cárcel por su oposición a ser detenido y una multa de 3.000 euros por los daños causados al vehículo, aunque esta sanción se rebaja hasta los 900 euros y le añade una compensación por el coste de la luna del autobús.