Cinco temporadas después del último derbi, el Pilotes Posada superaba a un Frigoríficos del Morrazo que se hundió en la parte final del partido –solo tres goles en el último cuarto– después de un gran desgaste físico.

Pilotes y Frigoríficos saltaron al parquet con un conocimiento exacto de las virtudes y defectos del contrario. No fue una sorpresa que Quique Domínguez y Curro Lucena apostasen de salida por una férrea defensa 6.0 para ahogar los lanzamientos a media distancia y dejar todo el protagonismo al juego de la segunda línea y contragolpe.

El zurdo Stefanovic inauguraba el marcador en el min. 4. Era el preludio del carrusel de empates bajo el que se movía el electrónico.

En un partido de tanta igualdad solo cabía esperar algún detalle inesperado para cambiar el signo del partido. El revulsivo en las filas locales iba a llegar con la exclusión de Montávez. El Frigoríficos no supo leer el partido y los de Domínguez firman su mejor racha anotadora (11-8). Fue una ventaja efímera ya que una doble exclusión de Crevatin y Cerillo volvía a enganchar a los de Lucena (11-10, m.26).

Aprovechar las superioridades numéricas tiene una importancia vital. En esa faceta estuvo más listo el Octavio al enchufar un parcial de 3-0 y situar un marcador de 19-15, su máxima ventaja. No fue suficiente esa "puntilla" para el Frigoríficos, que logró subirse al carro (21-21, m.47).

El cambio defensivo ordenado por Lucena, creaba muchos problemas al Octavio, pero Masachs decidía desde los siete metros (23-22). Fue el último tirón para el triunfo del Pilotes Posada.