Un año más llegó la hora del sorteo universitario de la NBA con la elección del número uno como lo único decidido y en esta ocasión el afortunado será el ala-pívot Blake Griffin.

Formado en la Universidad de Oklahoma, Griffin se mostró durante la pasada temporada colegial como el jugador más dominante de la competición y Los Ángeles Clippers, que tendrán el derecho de elegir los primeros, ya tienen decidido que será su hombre.

Los Clippers, que no fueron el peor equipo de la pasada temporada -ese récord negativo le correspondió a los Kings de Sacramento-, tuvieron la suerte en el sorteo de quedar los primeros, y ahora esperan que con Griffin puedan iniciar de nuevo otro intento más de reconstrucción del equipo.

La llegada de Griffin al equipo angelino obligará a que alguno de los hombres altos que ahora forman parte de su plantilla, como Marcus Camby, tal vez tengan que salir o formar parte de algún traspaso.

El entrenador Mike Dunleavy será el que decida si el potencial de Griffin da para que pueda ser considerado en un futuro como el jugador franquicia que los convierta en equipo ganador.

Griffin es un jugador que ha demostrado consistencia tanto en su juego defensivo como ofensivo y además tiene poder bajo los aros para imponer su presencia.

Del resto de los jugadores que se presentan al sorteo universitario, la figura que más destaca es la del base español Ricky Rubio, el jugador del Joventut de Badalona, que para algunos expertos y seguidores de talentos de la NBA podría ser elegido con el número dos, si los Grizzlies de Memphis lo quieren.

Pero sobre el futuro de Rubio en la NBA y más concretamente en el sorteo es toda una incógnita porque los Grizzlies no han manifestado claramente que lo deseen, y lo mismo sucede con los Thunder de Oklahoma City, que tienen los derechos para la tercera selección.

Con el único equipo que Rubio hizo algún tipo de entrenamiento y presentación fue con los Kings, que elegirán en el cuarto lugar.

Rubio, envuelto en problemas legales con el Joventut de Badalona, tampoco ha manifestado claramente sus preferencias, por lo que sólo cuando mañana, jueves, se celebre el sorteo conocerá su verdadero futuro dentro de la NBA.

Porque también hay rumores de que otros equipos como los Knicks de Nueva York, que eligen con el número ocho, los Rockets de Houston y los Celtics de Boston, podrían estar interesados en llegar a un acuerdo con los Grizzlies o los Thunder para recibir los derechos de Rubio.

Mientras que otros españoles como Sergio Llull, del Real Madrid, y Víctor Claver, del Pamesa Valencia, también podrían ser protagonistas en el sorteo, aunque a partir de la segunda ronda.

Del resto de los jugadores, el pívot tanzano Hasheem Thabeet, de 2,21 de altura, formado en la Universidad de Connecticut, se le considera como candidato a ser el número dos o tres del sorteo, aunque los equipos no están convencidos de su potencial ofensivo.

El escolta James Harden, de 1,95 de altura, de la Universidad de Arizona State, también lucha con Rubio y Thabeet para estar entre los cuatro primeros seleccionados.

Después las preferencias de los equipos se centran en el ala-pívot Jordan Hill, de la Universidad de Arizona, el base Johnny Flynn, de Syracuse, Brandon Jennings, que milita en el Lottomatica Roma, Tyreke Evans, de Memphis, y DeMar DeRozan, de South California.

Todos ellos están en la agenda de los Wizards de Washington, que elegirán en el quinto lugar, Timberwolves de Minnesota (6), Warriors de Golden State (7), Knicks (8), Raptors de Toronto (9) y Bucks de Milwaukee (10).

Al margen de las selecciones que puedan hacer los respectivos equipos, el sorteo también podría generar, como siempre sucede, todo tipo de traspasos entre los clubes que buscan mejorar sus respectivas plantillas.

Eso fue lo que sucedió el año pasado cuando los Bulls de Chicago eligieron como número uno al base Derrick Rose, que durante su primera temporada en la NBA respondió con su aportación para hacerlos mejor equipo y además ganar el premio de Novato del Año.