El Barça abre hoy su semana grande frente al Chelsea, en un enfrentamiento que le puede permitir dar sus pasos definitivos hacia la final de la ‘Champions’ en Roma, algo que conseguirá si es capaz de mostrar el enorme nivel competitivo que le ha llevado hasta aquí.

Está el Barça justo en el momento que quería a estas alturas de la temporada, con todos los frentes abiertos, con todas las posibilidades en la Liga, en la Copa y la ‘Champions’, donde se ha quedado solo ante el imperio futbolístico británico que forman el Manchester United, el Arsenal y el Chelsea, su rival de hoy.

Sabe el Barça que está en buena situación, que su fútbol asusta, pero también que el orden de los partidos es un problema y que tendrá que ir con un buen colchón a Stamford Bridge para no sufrir; repetir los ‘imposibles’ resultados de las dos anteriores eliminatorias: Olympique de Lyon (5-2) y Bayern de Múnich (4-0).

La de hoy será su décima semifinal de la Copa de Europa. Las estadísticas determinan que sus opciones están al cincuenta por ciento: ha superado cinco de las diez disputadas, aunque la última, la del año pasado, no le trae buenos recuerdos, porque cayó ante el United en una eliminatoria con un sólo gol en 180 minutos, fruto de una indecisión de Gianluca Zambrotta y un gran tanto de Paul Scholes.

Los daños colaterales de aquella eliminación son conocidos: el adiós de Frank Rijkaard, de Ronaldinho y de Deco, ahora en las filas de los ‘blues’, aunque no podrá jugar por problemas físicos.

El Barça debe ser el Barça para tener opciones frente a un equipo físico, pero sin el talento de los azulgrana. Tiene Guardiola a todo su equipo a su disposición, una vez recuperado Rafael Márquez, quien forzó una tarjeta en la ida ante el Bayern y ya cumplió la sanción en la vuelta.

La principal duda que presenta Guardiola es en la defensa. Recuperado Márquez, con Piqué a su mejor nivel y con Alves como insustituible; únicamente tiene que decidir quién juega de lateral izquierdo, un puesto en el que normalmente juega Abidal, pero que hoy podría ocupar Puyol. En la tripleta de la medular, Touré hará de escudero de Xavi e Iniesta. Delante, apostará por sus delanteros estrellas: Messi -máximo goleador de la Liga de Campeones-, Eto’o y Henry.

El objetivo del Chelsea de Guus Hiddink es minimizar los daños que le puede infringir el Barça en el Camp Nou, para lo que intentará acabar con los pronósticos frente a un equipo considerado por el holandés como “el mejor equipo europeo o del mundo”.

Después de su última victoria en la Premier ante el West Ham, con un gol de Salomon Kalou, que le permite mantener sus mínimas opciones ligueras, el Chelsea afrontará el encuentro de hoy con algunas ausencias importantes.

Hiddink tiene claro que su equipo “no puede esperar a que llegue la tormenta”, sino también “hacer daño” al Barça. “Si esperamos, tendremos problemas. Será un partido importantísimo, complicado y tenemos que intentar controlar y marcar goles”, ha comentado el holandés.

Para su visita al Camp Nou, el Chelsea recupera a su capitán, John Terry, tras cumplir una suspensión, pero recibirá al Barça sin poder recurrir a los servicios del portugués Deco, en el centro del campo, a causa de una lesión muscular.

Hiddink tampoco podrá contar con la presencia del zaguero luso Ricardo Carvalho (baja por otro problema muscular) ni con Ashley Cole, también en la defensa, este último por suspensión.