En el vestuario del Celta se acogió la sanción a Pepe como algo esperado dada la gravedad de la acción contra Casquero. No causó sorpresa que el zaguero madridista tenga que quedarse diez partidos sin jugar.

David Rodríguez habla con conocimiento de causa, pues a principios de año fue sancionado con tres partidos al considerar el Comité de Competición que le había propinado un cabezazo a un defensa del Alavés. El supuesto agredido, según el delantero céltico, “dijo que yo no había hecho nada”. “No se puede comparar con la acción de Pepe”, subraya el toledano, “que parece que sufriese una pérdida de papeles. Él mismo no se reconoce en esa acción, como dijo en alguna entrevista. Son momentos del juego que vienen a explicar cómo está un jugador en un partido; el grado de excitación, de nerviosismo en el que puede estar y que yo creo que le llevó a esta situación. Diez partidos creo que es un castigo..., no se puede decir si justo o injusto, pero sí es verdad que él seguro que asumirá porque sabe que ha hecho mal”.

“Yo siempre pensé que le sancionarían con entre ocho y doce partidos, no sólo por la agresión a Casquero, sino por el puñetazo a Albín y las palabras que le dice al cuarto árbitro. Es un castigo que yo creo que se ha valorado bastante, que hay mil imágenes y que creo que él entenderá. En esta situación, el jugador sabe que ha hecho mal, porque él lo ha dicho y seguro que acatará. Como jugador sólo tengo palabras para decirle que esté animado y que se le pasará pronto, que le puede servir para la próxima vez”, comenta David Rodríguez.

Su compañero Fran Noguerol considera válido el castigo impuesto a Pepe, al subrayar que la acción del central del Real Madrid “fue muy excesiva. Los que saben son los que ponen los partidos de sanción. Me imagino que tienen que tener fundamentos para hacerlo así; y si lo han decidido así, bien hecho está”.

El zaguero céltico reconoce que la acción de Pepe fue muy comentada en el vestuario céltico. “Llamó mucho la atención la reacción de Pepe. Se comentó la jugada, lo que le pudo pasar por la cabeza [al madridista]”. Noguerol lo achaca “a la impotencia, la desesperación... No sé; es una cosa rara. A saber lo que se le pasó en esos momentos por la cabeza porque no tiene justificación. Se le cruzó el cable mucho”.