“Éste es un fenómeno”, dicen que le dijo la Reina al Rey refiriéndose a Chano Rodríguez. Y el Rey se lo debió tener en cuenta, porque quiso hacerse una fotografía con el multicampeón paralímpico. Fue un día de gloria para el vigués, igual que para todos los recién ingresados en la Real Orden del Mérito Deportivo, cuyas distinciones se entregaron ayer.

Fueron 180 condecoraciones, medallas de oro y plata. Entre los galardones principales, el ciclista Joan Llaneras recibió la Gran Cruz y la Federación Española de Fútbol y el Trofeo Conde de Godó la Medalla de Oro.

Como le corresponde a un evento posterior a la cita olímpica, los destacados de Pekín tuvieron un especial protagonismo. Galicia se contó entre las que más preseas produjeron, traducidas ahora en medallas al mérito. Estuvieron Carlos Pérez, Fernando Echávarri y el entrenador de David Cal, Suso Morlán. Faltó Antón Paz, de travesía oceánica con la Volvo. “Todos nos vamos conociendo de coincidir en actos”, revela Chano.

Resultó especialmente emotiva la entrega de la medalla de plata al hijo de Genaro Borrás, el médico ensalzado a título póstumo por sus muchos años de dedicación al deporte.

Y cuando le tocó el turno a Chano, Doña Sofía le reconoció de entre la larga fila. “Habíamos coincidido en Sydney y en Atenas, donde tuvimos un problema con el relevo y ella quiso estar con nosotros”.

Chano ha completado en cierto modo su largo viaje desde la militancia en el GRAPO de su juventud a su constitución en referente social. Ha tenido ayudas que ayer agradecía: “Lissavetzky, que me propuso para la medalla, no ha podido estar por el fallecimiento de su madre. Le mando un abrazo”.