El número uno mundial, que inició esta tarde por cuarta vez consecutiva la defensa de su título en Barcelona, ya se había enfrentado este año a Gil, 75 del ránking mundial, en la primera ronda del Masters 1.000 de Miami. Entonces, pasó más apuros que hoy.

"En Miami jugué bastante mal. Hoy he hecho un partido más serio. Sin hacer grandísimas cosas, pero siempre he estado cómodo y he ido por delante en el marcador. Él es un jugador peleón, pero mientras que en Miami sentía que podía arrancarme algún set si me descuidaba, aquí no me ha hecho daño en ningún momento", argumentó.

Tras haber tenido algún problema con su saque en Montecarlo, Nadal destacó que hoy volvió a sentirse bien con el servicio. "Está claro que no soy (Ivo) Karlovic ni (Andy) Roddick, pero no hay que dramatizar. Llevo sacando bien todo el año y hoy también me he encontrado bien en este aspecto", subrayó.

El número uno mundial admitió, no obstante, que como es habitual en él, no cogerá su mejor tono hasta que no vaya pasando rondas. "Porque yo casi siempre acabo mejor los torneos de lo que los empiezo", afirmó.

Nadal se medirá mañana en octavos de final al vencedor del duelo entre el belga Christophe Rochus y el francés Richard Gasquet, y dejó claro cuál es su preferencia.

"Rochus te deja jugar mucho más que Gasquet, que es un jugador muy peligroso, muy bueno en tierra, con un grandísimo revés y un gran juego de ataque", concluyó.