Cinco días después, la historia se volvió a repetir. En el mismo escenario pero ya en plena fase final, los Lakers se apuntaron una cómoda victoria sobre los Jazz de Utah (113-100), haciendo gala de un juego práctico y sin egoísmos.

Bryant lideró el ataque local con 24 puntos y ocho asistencias, en tanto que Gasol añadió 20 tantos y 9 rebotes, aunque la aportación decisiva llegó de manos de Trevor Ariza, con 21 puntos.

Los Lakers no tardaron en desperezarse. Dos triples de Trevor Ariza y el poderío interior de Gasol y Andrew Bynum sobre Carlos Boozer y Jarron Collins dieron a los californianos las primeras ventajas (17-10, m.7) y provocaron el primer tiempo muerto de Jerry Sloan.

Los Jazz basaban sus opciones ofensivas en la pareja formada por Williams y Boozer, una versión menor de la mítica dupla John Stockton-Karl Malone. Pero la explosividad del base titular de Utah se vio frenada por la entrada en cancha de Shannon Brown, todo garra, energía e intensidad en defensa.

Un triple del ruso Andrei Kirilenko dejó a los Jazz con menos de diez abajo (98-89), Bryant contestó primero con un tiro lejano y Gasol le siguió con dos tiros libres para dejar el 104-91, antes de abandonar el partido por faltas personales.