Con algunas zonas de la pista convertidas en pequeños ríos, los coches visitaban las escapatorias del circuito de Shanghai cada dos por tres. Los hubo que sufrieron varios trompos y siguieron vivos, otros abandonaron y algunos enterraron sus opciones de entrar en los puntos. Hamilton regaló el cuarto puesto a su compañero Kovalainen con un baile en plena pista muy cerca del final. Y Fernando Alonso escenificó su desgracia dominical al perder el control del monoplaza cuando rodaba noveno y todavía faltaban varios coches por entrar a repostar.

Fue al poco de salir de su parada, calzado con los neumáticos nuevos de agua e intentando aprovechar su buen estado en los giros iniciales. “Quería adelantar a Kovalainen en las dos o tres primeras vueltas porque luego los neumáticos de agua se desgastan. Llegué al principio de la recta, aceleré y se me fue el coche”. Alonso resume la situación que le remató en la carrera y terminó por dejarle fuera de los puntos.

Pero sus desdichas habían comenzado mucho antes. “Salía por delante y con un buen coche para seco pero estaba lloviendo. Cuando iba tras el coche de seguridad decidí entrar a echar gasolina y justo una vuelta después se metió en boxes. Cada cosa que hacíamos nos salía al revés”, lamentó el asturiano, que también reconoció que el rendimiento del R29 habría sido mejor en condiciones normales. “El coche iba bien. En la crono, con cargas similares, habríamos sido sextos y en carrera, con agua, detrás de los Red Bull y quizás de Button éramos los más rápidos”, desveló.

Verse relegado a la cola del pelotón con unas condiciones meteorológicas tan adversas jugó contra el asturiano, que encontraba muchas dificultades para recuperar posiciones, a pesar de que su ritmo era claramente superior al de los coches que rodaban delante suyo. “Iba más rápido pero la visibilidad era prácticamente nula. Así resultaba muy difícil adelantar porque en las rectas no veía nada y no sabía por dónde tirar. El de detrás tampoco te ve y si frenas, te come. Es una sensación un poco angustiosa porque no ves nada pero tienes que seguir a tope porque el que te sigue no te ve a ti y te puede llevar por delante”.

Alonso sale con cuatro puntos de las tres primeras carreras, un balance insuficiente para sus aspiraciones. “Está claro que tenemos que mejorar porque cuatro puntos no dan para luchar por el campeonato. Para Bahrein no pido suerte, únicamente quiero que sea una carrera normal. Sabemos que puntuamos con bastante comodidad con una carrera en la que no haya ningún incidente, sabemos que estamos entre los cinco o seis primeros con el coche que tenemos y sólo con eso bastaría”.