Flavio Briatore había manifestado en la mañana de hoy que los 30 millones de euros por los derechos de televisión que debe recibir Brawn GP "habría que repartirlos entre las escuderías para compensar los gastos de realización de los nuevos difusores".

Ross Brawn ha manifestado en primer lugar que estas cuestiones deberían tratarse a puerta cerrada y no airearlas en público, al tiempo que expresaba su intención de entrar en una guerra de declaraciones con su antiguo jefe, Flavio Briatore.

Preguntado sobre si quería enviar un mensaje a Briatore, respondió jocosamente: "que cambie de medicación".