Pilotes Posada 27

Javi Diaz, Crevatin, Martinovic (4), Montavez (3), Infestas, Cerillo (5), Tavares (2) - siete inicial-, Gustavo (4), Mitrovic (3), Sudzum, Prce (6, 2p), Bozse, Polakovic.

Valladolid 36

Sierra, Edu, Havard (7, 2p), Hugo (6), Zile (9, 6p), Perales (5), Entrerrios (7) -siete inicial-, Prieto (2), Rentero, Krivocapic, Chucho, Ávila, Bilbija y Lorger.

Marcador cada cinco minutos:

3-1, 5-6, 8-10, 10-11, 11-14, 15-18 (descanso), 17-20, 20-22, 23-25, 25-28, 26-32 y 27-36 (final). Árbitros: Juan José Güde (Euskadi) y Óscar Monge (Cataluña). Excluyeron por el Pilotes a Crevatin (2), Gustavo, Montavez, Infestas y Prce; y por el Valladolid a Prieto (2), Edu (2), Ávila y Perales. Incidencias: Partido de la vigésimo cuarta jornada de la Liga Asobal disputado en el pabellón de As Travesas.

Continúa con su particular “vía crucis” el Pilotes Posada. Ayer, en As Travesas, se consumóla sexta derrota consecutiva de los vigueses ante un Pevafersa Valladolid que desde el minuto cinco tuvo en sus manos el control del marcador. Solo en ese tiempo inicial el Octavio disfrutó de una renta de dos goles.

Los primeros minutos ofensivos del Octavio fueron de lo más rentable para los de Quique Domínguez. En sus primeras tres posesiones de balón, los rojillos marcaban su primera ventaja en el marcador (3-1, m5), producto del acierto de Prce, Martinovic y Cerillo. A tanta efectividad “rojilla” respondió el Valladolid con la rapidez de sus transiciones y el acierto del “prófugo” Havard Tvedten que, con sus aciertos desde los siete metros, forzaba el primer empate en el electrónico (4-4). Fueron los primeros compases de un partido que prometía goles, aunque alcanzar los setenta y tres goles de la primera vuelta (36-37) parecía algo improbable.

Con las fuerzas equilibras, los pucelanos buscaron en la velocidad su argumento para romper la resistencia de los académicos, que no perdieron la compostura a pesar de la remontada visitante. Pero el Valladolid traía la lección bien aprendida de lo sucedido en la primera vuelta y buscó ser el dueño del marcador, algo que no iba a producirse hasta el minuto 15, con un parcial de 8-10 para los de Juan Carlos Pastor. Los continuos errores del Octavio en el juego con el pivote, fueron la causa principal del despegue visitante. Fue un toque de atención que hizo despertar a los académicos que tres minutos más tarde volvían a equilibrar los números (10-10). Restaban diez minutos para el descanso y ninguno de los dos equipos daba síntomas de un dominio aplastante. Pero la calidad del Valladolid está hoy por hoy por encima de la del Octavio. Su riqueza individual iba a jugar un papel determinante y conseguía abrir un hueco más que importante (11-14) y que a la postre dejaba un triunfo parcial de los vallisoletanos (15-18) al descanso. No había nada perdido pero mucho y bien iba a tener que jugar el Octavio en el segundo tiempo para superar el dominio castellano.

Sólo se habían consumido diez minutos de la reanudación cuando el Octavio, jugando en superioridad, lograba por mediación de Cerillo recortar su desventaja hasta la mínima expresión (21-22). Incluso tuvieron la posibilidad de empatar, pero una más que discutida falta en ataque señalada a Prce permitía al Valladolid sacudirse la presión (22-24), aunque el intercambio de goles mantenía al Octavio en el partido (23-24). En poco más de tres minutos el lance volvía a poner cuesta arriba para los locales (23-28, m.48). Refugiarse en el tiempo muerto fue la mejor decisión que podía adoptar el banquillo local para frenar el empuje pucelano, aunque no tuvo trascendencia en el marcador (25-30, m. 52). En los minutos finales el Valladolid fue capaz de ampliar la diferencia final hasta los nueve goles.

Visita al colista

Sin tiempo material para asimilar la derrota, el Pilotes viaja hoy por la noche con destino a Almería, donde los académicos se enfrentan el Keymare, colista de la Asobal, dentro de la vigésimo quinta jornada de liguera.