Diez partidos. Cuenta atrás para el Celta, que la desea rápida y cómoda; también para Jordi, que la disfruta y a la vez la sufre por lo que puede significar. Si el central disputa al menos 45 minutos en cada uno de esos encuentros pertenecerá de pleno derecho al primer equipo. Será profesional con mayúsculas, a nivel legal y emocional, culminando en cierto modo la escalada que inició de niño, cuando cambió el tenis en el que despuntaba por el fútbol.

Seguramente nadie se lo tomó muy en serio cuando se negoció esa cláusula. Si Jordi disputa quince partidos con la plantilla adulta pasará a pertenecer a ella, escribieron en el documento. A Jordi lo querían para el filial.

Pero la temporada se fue torciendo y es en épocas convulsas cuando surgen las oportunidades. Jordi, al que Mouriño ya alababa en la asamblea de accionistas de diciembre, se aferró a lo que el destino le ofrecía. Empezó a entrenarse con los mayores, debutó y se hizo titular. Su última gesta: recuperar el puesto ante el Córdoba tras haberlo perdido en Salamanca. El catalán confiesa: “Pensaba que iba a dar más continuidad a la defensa que jugó en Salamanca. El mister es el que decide. Tiene bastante confianza en mí. Lo está demostrando. Yo intento devolvérsela”.

La cuestión es que el calendario se le agota. Ha jugado cinco partidos como titular. No puede fallar en ninguno de los que quedan, ni por sanción ni por lesión, para irse de vacaciones como profesional. “De verdad que no estoy mirando eso”, promete. “Llevo pocos partidos y los tengo contados, pero ahora sólo pienso en jugar. Alguien de 21 años es en lo que debe pensar y yo quiero curtirme bien en Segunda, una categoría difícil. Si llego a jugar los quince partidos estaría agradecido. Ya sería un buen número”.

El club pretende contar con él más allá de esa fría cifra establecida como cláusula. A Eusebio se le supone el informe positivo. “No me han comunicado nada”, asegura Jordi, que recapitula. “Intentar subir al primer equipo lo antes posible fue el primer objetivo que tuve. Se ha cumplido antes de lo esperado. Si el año que viene me dicen que seguiré aquí estaré encantado”.