Un gol a trompicones de Kamel Ghilas ha logrado detener la caída. La sufrida victoria obtenida frente al combativo Córdoba permite al grupo de Eusebio poner distancia con el descenso, que se aleja a siete puntos, y avanzar hacia un escenario de competición más tranquilo para tratar de concluir con cierta dignidad otra temporada nefasta. La victoria supone un enorme alivio para un grupo al que la falta de resultados había convertido en un puro manojo de nervios y permite ver el futuro con algo más de optimismo. Los celestes no sólo superan a un rival directo en puntuación y coeficiente de goles, sino que avanzan varios puestos en la tabla en vísperas de su visita al inexpugnable Teresa Rivero de Vallecas, que visitan la próxima jornada y donde el Rayo Vallecano, ahora en puestas de ascenso, no pierde desde hace tres años.

Pero el sufrido triunfo obtenido frente al Córdoba no ha sido capaz de ocultar muchos de los problemas que aún persisten en este equipo ni explica algunas decisiones del técnico, Eusebio Sacristán, francamente difíciles de entender.

la suplencia de notario

La suplencia de Antonio Notario, el hombre más fiable del Celta esta temporada, supuso una enorme sorpresa para todos salvo para su competidor, Ismael Falcón, que nunca ha perdido la esperanza de desbancar de la portería al catalán. El hecho de que el rendimiento de Notario decreciese ligeramente en los últimos partidos no puede ser justificación suficiente para prescindir del jugador que más puntos ha salvado para el Celta este curso y no sólo por haber detenido cinco penaltis. Falcón mantuvo la portería a cero y completó un solvente partido, acaso gracias a la exasperante falta de pegada de los delanteros del Córdoba que dilapidaron varios mano a mano con el gaditano sin que éste tuviese siquiera que intervenir.

demasiada vuelta de tuerca

Sorprendió también el trivote defensivo desplegado por Oubiña (Rosada, Vila Renan) blindado luego con Peña para suplir a Trashorras, que empezó como extremo y luego retrasó su posición. Más difícil de entender fue aún la decisión del técnico de incluir en la lista a cuatro defensas centrales y dejar en la grada a George Lucas y Edu Moya, dos de sus laterales derechos. La lesión de Fajardo dejó al descubierto el grave error cometido por el técnico que tuvo que improvisar primero con Roberto Lago (totalmente perdido a pie cambiado) y posteriormente con Vila (que jugó en tres posiciones distintas y ofreció una interesante muestra de versatilidad). Más acertada fue la apuesta de Fabiano en el lateral izquierdo, aunque cierta precipitación en los cambios para conservar el resultado con Peña en la medular generó también al equipo no pocos problemas. No obstante, el brasileño demostró que, hoy por hoy, tiene plaza en el once.

Resulta sorprendente, en todo caso, las grandes dificultades que Eusebio está encontrando para perfilar un once tipo medianamente solvente. El vallisoletano ha empleado en seis partidos a veintitrés de sus veinticuatro futbolistas -sólo Danilo no se ha estrenado- y casi todos han sido titulares en algún momento. En ello, según el técnico, ha influido las dificultades de algunos de ellos para sobrellevar el peso de tanta derrota. Puede que a partir de ahora se aclaren un poco las cosas.