Angel Cabrera, primer argentino en ganar el Open USA, en 2007, y el español Sergio García, tercero del mundo, por fin encontraron el camino del entendimiento con el Augusta National, sede del Masters, y ambos se colocaron en posición de pugnar por la Chaqueta Verde tras la segunda ronda.

Sergio García respiró profundo al terminar en el hoyo 18 con “birdie”. Por fin el castellonense, de 29 años, superó sus traumas en este campo y usó el “putt” con confianza. García también puede ya pensar en cómo complicar la vida al sastre de Augusta sobre cuál puede ser su talla de americana.

Seis “birdies” y un sólo error al pasarse en el par tres del hoyo 12 son las nuevas credenciales de García. La sonrisa reapareció en el rostro del español, pues pasó en un sólo día del puesto 45 al sexto, aunque por delante aún quede la gran batalla del fin de semana y a la que no parece que el temible Woods llegue en las mejores condiciones a ocho golpes de los líderes.