El Mundial de motociclismo arranca sus motores el próximo domingo en Qatar con un puñado de novedades técnicas (sobre todo el hecho de que por primera vez sólo haya un suministrador de neumáticos, Bridgestone) pero con la misma nómina de pilotos favoritos. Hace años que el campeonato gira en torno a la figura de Valentino Rossi, el genial piloto italiano de 29 años que la pasada temporada recuperó el cetro mundial tras desquiciar a la mayoría de imberbes que le desafiaron. Rossi pudo con todos y sobre todo con Stoner que pese a tener la moto más rápida a mitad de temporada se vio completamente superado por el italiano que evidenció una voracidad espectacular. Stoner siempre era más rápido en los entrenamientos, pero llegaba el domingo y Rossi encontraba por la mañana la mejor puesta punto y luego, en carrera, se sacaba de la manga tres décimas con las que enseñar a sus rivales la parte trasera de su Yamaha. Tanto fue así que Stoner, pese a la superioridad de su electrónica, acabó varias carreras por los suelos y el italiano disfrutó de un plácido final de temporada sin nadie que le inquietara teniendo en cuenta que Pedrosa y Lorenzo, los otros dos aspirantes, estuvieron más tiempo convaleciendo de sus lesiones o discutiendo sobre neumáticos, lo que llevó a Pedrosa a abandonar a Michelin cuando restaban varias carreras para el final.

El panorama no cambia mucho de cara a esta temporada en la que la misma generación de jóvenes vuelve a desafiar al ocho veces campeón del mundo. Rossi sigue siendo el piloto a seguir aunque Stoner podría considerarse como el gran aspirante teniendo en cuenta que su Ducati ha sido la mejor moto en la pretemporada, la más rápida y posiblemente la que menos se mueve. Además este año se han acortado las sesiones de entrenamiento lo que dará menos tiempo a Rossi para alcanzar la mejor puesta a punto de la máquina, una de sus grandes bazas.

Fuera de estos dos pilotos aparecen los dos españoles: Lorenzo y Pedrosa. El mallorquín llega con una temporada más de experiencia en la categoría y tratando de tener un poco más de continuidad después de que el año pasado haya protagonizado algunos de los accidentes más importantes de la temporada. Otro tanto puede decirse de Pedrosa que arrancará en Qatar pese a no haber hecho apenas pretemporada por culpa de una caída en un entrenamiento y que puso en duda su presencia en el arranque de la temporada. Con toda la maquinaria de Honda de su lado, a Pedrosa se le va a exigir más que nunca porque sus resultados en MotoGP aunque buenos están por debajo de lo esperado. Su falta de consistencia en el tramo final de las carreras (en las que acusa su poco cuerpo) y su comportamiento en finales igualados mantienen ciertos recelos sobre sus aspiraciones. Además, la llegada de Melandri al equipo en sustitución de Hayden (que se va a Ducati con Stoner) le va a suponer un acicate para el piloto catalán.

Al margen de esta colección de jóvenes aspirantes, el Mundial también registra la recuperación de un clásico como Sete Gibernau que vuelve de la mano de “El Pocero”, constructor llegado al motociclismo deseoso de popularidad. No se le pide demasiado y seguro que dejará alguna carrera para el recuerdo.