La limpieza de trapos sucios en McLaren tuvo dos escenas teatrales que no han debido parecer suficientes en la FIA: el despido de su director deportivo, Dave Ryan, y una lacrimógena rueda de prensa de Hamilton, en la que mostraba su sincero arrepentimiento por las mentiras ante los comisarios del Gran Premio de Australia. La descalificación del inglés confirmó el engaño y ahora el Consejo Mundial cita a la escudería para el 29 de abril. Habrá una reunión extraordinaria para que McLaren responda ante los cargos relacionados con la infracción del Código Deportivo Internacional, concretamente en su artículo 151c.

El reglamento persigue “cualquier conducta fraudulenta o acción que perjudique los intereses de la competición o del deporte del motor en general”. Y cuidado, porque el máximo castigo prevé incluso la exclusión de la la competición.

Tres días después de que se haya celebrado el Gran Premio de Bahrein, en McLaren tendrán que responder ante la FIA por haber facilitado deliberadamente información errónea a los comisarios cuando pidieron una aclaración sobre el adelantamiento de Trulli a Hamilton bajo el coche de seguridad en Australia. Es la tercera vez que esta escudería debe comparecer ante el WMSC en menos de dos años.

McLaren ha emitido un comunicado en el que anuncia que Dave Ryan ha sido despedido como director deportivo de la escudería. De esta forma depuran responsabilidades respecto a lo sucedido en Australia. Ryan, que regresó a casa dos días antes de que se disputase el Gran Premio de Malasia y que llevaba treinta años en el equipo anglo-germano, ha sido considerado como el máximo responsable.

“Esta tarde McLaren y su ex director deportivo, Dave Ryan, se han desvinculado formalmente, y éste ya no es empleado de cualquiera de las empresas que conforman el Grupo McLaren”, señala la escudería en el comunicado.

Ryan fue suspendido de empleo y sueldo durante la disputa del Gran Premio de Malasia y ayer ha sido oficialmente destituido.

En su nota, McLaren afirma su deseo de “cooperar plenamente” con el proceso, y da la “bienvenida a la oportunidad de trabajar con la FIA por el interés de la Fórmula Uno”.