Un año habrá empleado el Celta en resolver satisfactoriamente el proceso concursal al que se sometió el pasado verano para evitar la quiebra económica. Ese es el plazo que calculan los administradores judiciales que necesitará el club para cerrar unos trámites que han entrado en la recta final después de que el juez comenzase a estudiar esta semana las impugnaciones que han presentado dos de los acreedores y de que prosigan las negociaciones para saldar la deuda con Hacienda.

Uno de los tres administradores que dirigen el proceso concursal del Celta, Francisco Prada Gayoso, calcula que el proceso concursal del Celta “se prolongará hasta julio y superará el año de duración”. Este plazo podría reducirse unas semanas, según este economista, al anunciar que “estos días se están celebrando en el juzgado las vistas de las reclamaciones que se presentaron a nuestro informe y hay que esperar a que el juez dicte sentencia”. Sin embargo, recalca que será necesario resolver “una serie de trámites” que prolongarán el proceso posiblemente “hasta junio o julio, pero no mucho antes”.

Prada hizo estas declaraciones a raíz de su intervención en Ourense sobre el nuevo modelo de ley concursal que pretende aligerar el procedimiento y facilitar el acuerdo entre clubes y acreedores.

“Si el proceso del Celta concluye entre junio y julio es bastante rápido el caso en sí. Pero hay que pensar, en mi opinión, que para resolver estas cosas en un año sigue siendo, aunque sea acorde a la norma, un plazo todavía amplio con respecto al que se establece en otros países. Normalmente, seis meses debería ser un tiempo suficiente”, sostiene el administrador judicial del Celta. De ahí el nuevo decreto ley que permitirá acortar los plazos de los procesos concursales, tan de moda en el fútbol español.

Desde el Celta apuntaban ayer que si la tramitación de la ley concursal a la que está sometido concluyese en julio “sería la más breve del fútbol español”.

Respecto a las negociaciones con el Ministerio de Hacienda, el pago de los intereses de los alrededor de 20 millones de euros que adeuda el club a la administración pública es el escollo que impide cerrar un acuerdo con el segundo acreedor más importante del club vigués. “Las negociaciones siguen avanzando pero no hemos llegado a un acuerdo todavía”, señalaron ayer desde la sede del Celta.

Mientras tanto, en el Juzgado de lo Mercantil número uno de Pontevedra han comenzado a revisarse las impugnaciones de los dos acreedores con los que el club no ha alcanzado un acuerdo: La empresa Seragua reclama medio millón de euros y el ex futbolista del Celta Diego Placente, 375.000 euros. Con los seis restantes acreedores que habían mostrado su disconformidad con las deudas señaladas en el informe que redactaron los administradores judiciales no hubo necesidad de acudir a los tribunales al aceptar la oferta que les presentó el Celta, que al menos hasta julio estará en proceso concursal.

El Valencia descarta seguir los pasos del Celta

El Valencia ha obtenido un préstamo de 50 millones de euros del grupo de empresas Fomento Urbano de Castellón que le permitirá afrontar sus deudas inmediatas, como el pago a la plantilla o a la Unión Temporal de Empresas (UTE) que construye el nuevo estadio y cuyas obras están paralizadas desde hace un mes.

Así lo anunció ayer el portavoz del consejo de administración, José Pastor, tras la reunión que mantuvo este órgano y en la que también se acordó la convocatoria de una junta general extraordinaria de accionistas el 6 de junio en la que se propondrá una ampliación de capital por 92 millones de euros.

Según Pastor, la operación crediticia “dota a la sociedad de las necesidades financieras que resultaban necesarias”.

Por su parte, el presidente Vicente Soriano, desveló que el presidente de las empresas que otorga el crédito es Eugenio Calabuig.

Sobre el destino del dinero, aseguró que se dará “prioridad a las actuaciones más necesarias”, mientras que Javier Gómez, consejero delegado del Valencia, garantizó que la plantilla va a cobrar lo que se le debe.

Ni Soriano ni Gómez quisieron desvelar las garantías que ofrece el grupo de empresas que otorga el préstamo, pero Gómez explicó que el “interés” de la operación es el “razonable dentro del mercado”.

Aunque Soriano confirmó que apoyará la ampliación, aseguró que “de aquí al mes de junio pueden pasar muchas cosas” y se mostró “seguro” de poder “llevar adelante” las operaciones que el club tiene en marcha, como la venta de las parcelas del estadio de Mestalla.