El británico Ross Brawn, propietario desde hace menos de un mes del equipo Brawn GP, que ha conquistado las dos primeras posiciones en el Gran Premio de Australia en su debut, tiene desde la retirada de Michael Schumacher un objetivo, trabajar con el mejor piloto del mundo, Fernando Alonso.

Ross Brawn, artífice de los siete títulos de Michael Schumacher, dos en Benneton (1994 y 1995) y cinco en Ferrari (2000 a 2004), confesó el pasado año en Spa-Francorchamps:“Necesitamos un piloto con capacidad de desarrollo, experiencia y rápido, y Alonso tiene todas esas cosas, es el mejor del mundo”. También dio su opinión sobre Hamilton y Raikkonen. “Ambos son muy rápidos, pero Hamilton no tiene experiencia y Raikkonen no tiene capacidad para desarrollar un coche”.

En el Gran Premio de Canadá del pasado año, en la primera semana de junio, Ross Brawn mostró ya los planos del nuevo coche y trató de convencer a Fernando Alonso para que se uniera a su proyecto en Honda, cuando todavía el dinero no era un problema para la escudería.

Ya el año anterior, cuando Alonso había dejado McLaren, le había esperado hasta el último momento para incorporarle a Honda, por el que él también acababa de fichar después de haberse tomado un año sabático tras la retirada de Schumacher. Al mago de la estrategia sólo le apetece trabajar con los mejores; Massa y Raikkonen no están entre sus preferidos.

Cuando Brawn llegó a Honda en noviembre de 2007 se encontró con dos pilotos con contrato en vigor, Barrichello y el británico Button, a pesar de lo cual intentó incorporar a Alonso.

Este año, una vez que se hizo cargo del equipo tras la retirada de Honda, Brawn volvió a mostrar sus peculiaridades con los pilotos. Bruno Senna, sobrino del malogrado Ayrton, había realizado unas pruebas y todo parecía indicar que sería el segundo junto con Button para la presente temporada. Bruno Senna aportaba dinero de patrocinadores, pero una vez que Brawn se hizo cargo del equipo el 5 de marzo, anuló una reunión que tenía con el brasileño, que se lamentó del tiempo perdido, y comunicó que su segundo piloto sería Rubens Barrichello. Brawn había tenido a sus órdenes a Barrichello en Ferrari del 2000 al 2005 y conoce su capacidad para poner el coche a punto.

Quizá algún día el mejor ingeniero y estratega, cuyos coches van siempre al límite del reglamento, Ross Brawn, pueda cumplir su sueño de trabajar con el mejor piloto, Fernando Alonso, y reeditar los títulos mundiales que consiguió con Michael Schumacher, siete.