"Es una gran satisfacción y una gran alegría haber ganado hoy en nuestra cancha a un rival directo en nuestras aspiraciones a ganar el anillo", dijo el jugador español al término del encuentro. "Deja un buen sabor de boca", agregó el '16' angelino, consciente de que la gran revancha podría estar aún por llegar.

"Ocurriría si nos cruzamos otra vez en la Final y ganamos, esto es un simplemente un partido de temporada regular, aunque estamos contentos", aseguró el ala-pívot titular de los Lakers.

Los Celtics no perdían un partido desde el 14 de noviembre, cuando cayeron en su feudo frente a los Nuggets de Denver, y pusieron en muchos aprietos a su rival, quienes sólo lograron certificar la victoria en los últimos compases, con siete puntos consecutivos de Gasol.

"No estaba cómodo en mis tiros ni en mi juego, no tanto por los empujones; no encontraba mi ritmo pero al final he podido ser más agresivo, algo que tenía que haber hecho desde el principio, y convertir los tiros que tenía", explicó el catalán, cuyo enfrentamiento personal con Kevin Garnett volvió a ser una de las grandes atracciones del duelo.

"Garnett en los primeros años sí que me hablaba; ahora ya creo que me respeta bastante", dijo Gasol sobre su rival, que dificultó mucho la labor del español durante la primera mitad.

"Jugamos con gran intensidad durante la mayor parte de los 48 minutos y cómo acabamos fue la diferencia; fue un partido físico, pudimos contenerlos y mantener nuestra voz", apuntó el jugador español, que registró 20 puntos y cinco asistencias a pesar de su mal inicio.

"No acertaba esos tiros que suelo meter, mi juego no fluía así que tenía que pensar en ayudar de otras maneras; la victoria muestra que podemos ganar a cualquiera y que podemos defender a un gran nivel, ojalá mantengamos este esfuerzo ante el resto de los rivales", concluyó Gasol.