La visita del Zaragoza a Balaídos supuso una pequeña revolución en el equipo titular del Celta. Pepe Murcia cambió de sistema táctico para enfrentarse al máximo aspirante al ascenso a Primera División. La apuesta le salió redonda al técnico cordobés, pues el equipo celeste adornó la victoria ante la plantilla más valiosa de Segunda con la mejor de sus actuaciones en lo que va de temporada. Y para ello prescindió de dos de los fichajes estelares del pasado verano y titulares indiscutibles en las últimas semanas: Roberto Trashorras y Kamel Ghilas.

Resultó paradójico pues que el Celta tumbase a los zaragozistas con el juego más brillante que había desplegado hasta el momento en la Liga con dos de sus máxima estrellas en el banquillo. Sin Trashorras y Ghilas sobre el césped de Balaídos, la afición se quedó perpleja contemplando el dominio técnico de Ariel Rosada y las endiabladas carreras que prodigaron por la banda Óscar Díaz y Dani Abalo.

Es más, el equipo vigués demostró un dominio asombroso del balón, con constantes y precisos apoyos que desequilibraron a un rival cuya base se construyó para competir en la Liga de Campeones. Y el juego directo de los celestes resultó imparable en la tarde del sábado.

Los únicos cambios que Pepe Murcia introdujo ante el Zaragoza con respecto al anterior compromiso en Las Palmas fueron Roberto Lago por el sancionado Edu Moya, así como Dani Abalo por Ghilas y David Rodríguez por Trashorras.

Con la presencia del toledano en el once inicial, el Celta apostó por un sistema de dos delanteros, como deseaba su máximo goleador, el brasileño Dinei, que celebró la apuesta del técnico cordobés con la ejecución de un gran gol desde veinte metros y una maravillosa jugada antes de asistir al canterano Abalo para que se estrenase como artillero del primer equipo.

Después de esta exhibición de juego, a Pepe Murcia se le presenta un gran dilema:_¿cómo encajar a Ghilas y a Trashorras en el equipo titular?

Para el próximo compromiso, en tierras murcianas, parece seguro que ambos seguirán sentándose en el banquillo. Los resultados, como siempre, dictarán el futuro de futbolistas, de entrenadores y de directivas.