La lucha contra el reloj que acucia a los empleados médicos del Real Madrid apenas va a modificar el panorama de bajas de la plantilla de Juande Ramos, principal debutante del ´clásico´ contra el Barcelona.
La saturación en la enfermería madridista ha sido una circunstancia constante desde el inicio de la temporada. Apenas ha estado al completo el grupo de jugadores blancos, que ya ha perdido definitivamente a Van Nistelrooy y Diarra.
El atacante fue operado en Estados Unidos y no jugará contra el Barcelona. Se perderá toda la temporada. Igual que Diarra, que no volverá hasta el próximo ejercicio. Su diagnóstico le mantendrá al margen de la competición entre seis y nueve meses por culpa de su rodilla derecha.
Pepe se lesionó en el partido contra el Getafe. Tuvo una recaída de una antigua dolencia en el cuádriceps. No entrará en los planes del técnico hasta el 2009. La suya es la ausencia más sensible de una zaga marcada por las lesiones. El último en caer fue Miguel Torres, que padece una rotura muscular. Antes se lesionó Heinze. Los recuperadores trabajan a marchas forzadas. Pero su presencia en el Camp Nou es poco probable. También Sneijder, en la cuenta atrás de su puesta a punto, trabajó ayer en el gimnasio, clara señal de que no se recuperará a tiempo.
Pero los contratiempos madridistas no se limitan a las lesiones. Más preocupó y mayores dudas genera la situación de Rubén de la Red. Está de baja indefinida a causa de un síncope por esfuerzo que le desplomó en Irún. Siete lesionados en total. A ellos se unen otros dos por sanción. Marcelo y Robben, presente con cuentagotas en el curso dada su especial predisposición a ´romperse´.
De este modo, Juande Ramos, podrá disponer de diecisiete hombres de la primera plantilla. El extremeño contó en el entrenamiento de ayer con cuatro canteranos: Gorka, Palanca, Chema Antón y el más habitual de todos, Alberto Bueno.
El Barcelona, por su parte, carece de suspendidos. Recupera a Eto´o, que cumplió sanción en la pasada jornada. Hleb se ha recuperado de un proceso febril. Carga, eso sí, con las largas dolencias de piezas clave: Gabi Milito, lesionado en la rodilla derecha desde mayo, y especialmente Iniesta, que sufre un rotura en el recto anterior de la pierna derecha. Aún le queda tiempo para volver.
En cuanto a debutantes, es el Barcelona el que más caras nuevas aporta. El proyecto de Guardiola contiene más aire fresco que el de su rival. Aunque la reciente llegada de Juande Ramos concentra gran parte de la repercusión.
En lo que respecta a jugadores, los refuerzos azulgrana son más numerosos. Depende ya de Guardiola el eventual estreno en un clásico. Alves fue la adquisición más rutilante. También Piqué es un habitual en el once de Guardiola. Keita, Busquets y Pedro pueden disfrutar de minutos, igual que Hleb y Martín Cáceres.
En el Real Madrid, sólo Van der Vaart tiene seguro su debut. Bueno, que ha entrado en el grupo desde el filial, puede disfrutar de su estreno. O también el joven zaguero Antón, dadas las bajas.
La incidencia de las lesiones se palpa en la aparente lucha desigual entre un Barcelona que se presenta con la delantera más goleadora y un Real Madrid que viaja como el quinto equipo más goleado. Los 44 goles (3,14 tantos por partido) a favor que lleva el Barça, por tan sólo 9 encajados (0,64 de promedio), siendo el menos goleado, marcan bien a la claras las bondades del conjunto de Guardiola.
Los datos del Real Madrid que hasta ahora estaba en manos de Schuster son muchos menos brillantes: 33 goles anotados (2,35 por partido), el segundo más realizador, y 24 recibidos (1,71 de promedio), el quinto que más recibe.
