Las previsiones burocráticas no fallaron en esta ocasión. Roberto de Souza, jugador céltico cedido al Leixoes, viajó ayer a Vigo para jurar la Constitución y completar todos los trámites de su nacionalización como español. El centrocampista, mencionado a partir de ahora en calidad de hispanobrasileño, ya podrá ocupar una plaza comunitaria en la liga portuguesa a partir de diciembre.

"Estoy muy contento", reconoce Roberto. Más allá de las implicaciones a nivel personal, la firma que estampó en el juzgado puede impulsar su carrera. Con todas las competiciones europeas reduciendo su cupo de extranjeros, la etiqueta de extracomunitario obstaculizaba su posicionamiento en el mercado._Fue de hecho uno de los argumentos esgrimidos por la dirección deportiva celeste para buscarle un nuevo acomodo en el exilio (fichado en el verano de 2005, ha jugado a préstamo anteriormente en el Salamanca y el Racing).

El pivote, ninguneado en_Vigo, se ha ganado el cariño popular en sus otros destinos._Matosinhos no ha sido una excepción._Roberto lidera la medular del sorprendente líder de la primera portuguesa, condición que al cierre de esta edición podía arrebatarle el Benfica si ganaba al Vitoria de Setúbal. "Fue una pena que el Naval nos empatase el domingo en el minuto 91 (1-1). Pero nuestra temporada sigue siendo muy buena", analiza el celeste.

Ya quizá nunca alcance el nivel que se le presumía a alguien que vistió la "canarinha" en el Mundial Sub 20. Pero a sus 23 años todavía está a tiempo de reactivar su carrera y alcanzar mayores cotas. Oporto, Benfica y Sporting han sufrido su intensidad y lo tienen en sus agendas. El pasaporte comunitario facilitaría un traspaso muy conveniente para las arcas del Celta, sin descartar que el joven al fin encuentre sitio estable en el vestuario de A Madroa._"En enero será difícil volver porque estoy cedido por toda la temporada. Pero me queda un año más de contrato y regresaré a Vigo en verano. Eso seguro. Y después ya se verá", indica este recién estrenado español.