Horacio Gómez decidirá a lo largo del día, y en función de su agenda personal, si asiste a la junta general de accionistas. Acudirá si concluye a tiempo una reunión empresarial. El ex presidente, en todo caso, está dispuesto a defender la gestión que él y sus colaboradores realizaron durante su mandato y que tanto la directiva actual como los administradores judiciales han criticado. Si hoy no puede estar presente en el Centro_Social Caixanova, elegirá otro momento y lugar para exponer sus argumentos.

Gómez prefirió eludir el debate durante varios meses tras abandonar la presidencia, incluso cuando su sucesor y ex compañero en el consejo de administración, Carlos Mouriño, empezó a cuestionar la labor que había realizado al frente del club. A la asamblea del año pasado asistió tras reconsiderar en el último momento su idea de ausentarse. Al final, su intervención y la réplica de Mouriño cerraron una velada muy caliente.

Su actitud ha cambiado de forma radical ante los últimos acontecimientos. Horacio Gómez no está de acuerdo con la valoración y los criterios aplicados por los administradores judiciales en el informe que han elaborado con motivo del proceso concursal. Mantiene que dejó al club con una deuda asumible, según criterios del fútbol español y con el equipo clasificado en aquel entonces para la Copa de la UEFA. En su opinión, Carlos Mouriño y sus consejeros deben asumir la responsabilidad de lo que ha sucedido con el Celta desde entonces.

Es un discurso que conocen su entorno, pero que el ex dirigente todavía no ha expresado de forma pública mediante declaraciones directas. Horacio Gómez y sus asesores están estudiando la situación para escoger el momento adecuado en el que aparecer sobre el escenario.

Según algunas fuentes, Gómez no se habría acreditado aún para la junta y el plazo concluyó hace cinco días. Otras voces del entorno de Horacio insisten en que éste tiene la posibilidad de asistir. Y la está considerando seriamente.