Catorce meses después de que su rodilla crujiera en Anfield durante un Liverpool-Birmingham Borja Oubiña volvió ayer a trabajar como un futbolista más junto al resto de sus compañeros del Celta. El vigués iniciaba de esta manera la última fase de su recuperación, la que consistirá en ir aumentando poco a poco la carga de trabajo hasta que se sienta con la absoluta confianza como para competir en un encuentro oficial. Un mes, puede que dos, pero ayer se confirmó que la reaparición del mediocentro está muy próxima y que los peores días, los de la soledad absoluta, ya han pasado. Su imagen disputando un balón junto al resto de compañeros era esperada por buena parte del celtismo con verdadera impaciencia y para muchos es una de las mejores noticias que el Celta pueda ofrecer a estas alturas de la temporada.

El futbolista, siempre frío en esta tipo de cuestiones, quiso restarle trascendencia a su presencia junto al resto de compañeros en buena parte del entrenamiento celebrado ayer en A Madroa:_"Estoy contento de ir entrando poco a poco con el grupo, de ir haciendo cosas. Me sentí bien, aunque tampoco hice demasiado, voy poco a poco". Ya dije hace un mes que iba mejor, que me iba olvidando de la rodilla en los apoyos y en todo, y eso es lo más importante, que voy haciendo las cosas de manera natural".

Oubiña admitió que el hecho de trabajar con el resto de compañeros en la sesión de ayer era algo que él mismo desconocía: "Me lo dijeron hoy -por ayer- a las diez de la mañana. La gente que trabaja conmigo tiene unas pautas que seguir, pero siempre depende de cómo me vaya sintiendo. Yo no me marco plazos y no pienso más allá de mañana". En este sentido no quiso hacer un pronóstico de cuándo podría estar en condiciones de reaparecer al menos en una convocatoria. Los optimistas le ven en tres o cuatro semanas, pero Oubiña prefiere agarrarse al tren de la prudencia: "No sé, no creo. Tengo que ir poco a poco y no me veo en el próximo mes entrando en la convocatoria, salvo que se lesionen veinte. Todo lo que sea de mañana hacia delante no sé lo que va a pasar. Cuando me lesioné no sabía que iba a tardar doce o trece meses en entrenarme o jugar. Cuando ves que las cosas no van por donde tú quieres, dejas de pensar y te centras en el día a día. No sé lo que va a pasar, pero espero que todo siga bien".

Sobre si el entrenador le ha comentado algo, el centrocampista precisó que "él ya pasó por éstas, tiene unas cuentas marcas en la rodilla, igual que el segundo. Son gente que ha pasado por este tipo de lesiones y sabe lo que son, comprenden lo que me pasa porque a ellos les ha pasado y en ese sentido es una ayuda para mi también".

Equipo mucho mejor

En cuanto a la situación del equipo, el centrocampista vigués apuntó que "está mejor, mucho mejor. Es más duro, más difícil para el contrario, lleva muchos partidos sin perder y eso es un indicativo de que es un equipo difícil, que no es sencillo superarle. El otro día fue un partido un poco de Segunda División, pero el rival no te hizo apenas daño. Vamos cogiendo confianza a través de los resultados y de que apenas te hacen daño y eso siempre es muy importante. La dinámica en estos momentos es positiva".

Por último, Oubiña también se refirió a su posible participación en el partido invernal de la selección gallega: "No sé que me pasa, que nunca puedo. Espero que sigan haciéndolo a lo largo de los años, pero algún día jugaré con la selección gallega, eso seguro". De todos modos, tampoco cree que precisamente su estreno después de los catorce meses se pudiera producir en un partido con Galicia y no en uno con el Celta.

Otra de las personas que más de cerca han vivido el proceso de catorce meses del que acaba de salir el jugador gallego, el doctor Mario Galán que fue quien le intervino, indicó tras el entrenamiento de ayer que "es importante el hecho de volver a trabajar con el grupo, son noticias que siempre ayudan al jugador en su proceso de recuperación. Ahora tendrá que ir aumentando poco a poco el trabajo aunque con tranquilidad. Luego, cuando se sienta con confianza.... "