- Buscaban la victoria en Córdoba y la han conseguido con una goleada para poder ofrecérsela a la familia Mouriño. Su ciudad ha sido muy generosa con el Celta.

- Sí. En principio es generosa porque de aquí es toda mi familia y hay que ser agradecido a la tierra. Y en este caso hemos conseguido diferentes objetivos por diferentes razones: a nivel deportivo conseguimos el décimo partido consecutivo sin perder [incluidos los dos de Copa], es el primer partido fuera de casa con victoria, los tres puntos nos llevan a una posición mucho más acorde con el trabajo que venimos realizando. Y a nivel personal, por lo que ya todos saben: por el apoyo a la familia Mouriño. Y lo digo de una forma muy sentida porque en la vida, por encima de los partidos de fútbol y de los resultados, están las relaciones humanas. Y cuando alguien cercano a ti, en este caso el presidente, pierde a un hijo de una forma tan trágica pienso que todo el mundo tiene que estar unido en ese dolor, al igual que si le ocurre a cualquier otro "celtiña". En este caso le ocurrió al presidente y nosotros, la plantilla y el cuerpo técnico, de corazón, nos hemos postulado muy a favor de la familia Mouriño porque en este momento está el ser persona, que está por encima del fútbol. En ese caso mi tierra ha sido agradecida porque hemos conseguido una victoria que aúna muchas voluntades.

- Han podido ofrecerle un regalo muy bonito a presidente, algo que él le había pedido al equipo antes de partir para México.

- Sí. Yo con esto no quiero extenderme más porque podría parecer que me estoy posicionando a favor... Pero insisto en que ahora mismo estoy del lado de la familia Mouriño porque por encima del cargo se ha perdido a una persona joven, de 37 años, y creo que es muy difícil de reparar. Y lo digo con conocimiento de causa porque yo he pasado por esa situación con mis padres, cuando yo era muy joven, y con mi hermano. Cuando pierdes a alguien muy allegado, posiciones sociales, económicas, políticas, deportivas y demás no tienen nada que ver con los sentimientos.

- Y el próximo domingo, si vencen al Rayo habrá que pensar en objetivos más importantes que la permanencia solamente.

- Eso lo dejo para la ilusión de los medios de comunicación, de la afición y el club. La realidad nos invita a considerar que esto es un maratón en el que ni siquiera hemos llegado a la mitad. Y no lo digo yo, lo dice la competición: dos partidos te pueden poner arriba o abajo en la clasificación. Lo que nosotros nunca vamos a renunciar es a ser ambiciosos y a tratar de conseguir nuestros objetivos a corto plazo, que son ganar partidos. Y si eso nos reporta una situación cada día más cómoda, bienvenido sea, pero yo no voy a ir más allá del

partido siguiente porque lo dice la historia del fútbol.

- Al equipo se le ve, por fin, asentado y con las ideas más claras.

- Bueno, hay más compenetración, los jugadores se conocen muchísimo más, los conceptos se van asimilando, pero aún así nos queda mejorar algún aspecto, como puede ser el de tener los partidos resueltos, como pudo suceder el día del Alicante, el del Albacete, el del Espanyol e incluso ante el Córdoba. Sin embargo, por lapsus todavía temporales de diez o quince minutos nos vemos abocados a tener al rival muy cerca. Esa es una asignatura pendiente que como otras muchas hemos sabido solucionar; y en ello estamos.

- Parece que en los últimos partidos ha cambiado la mentalidad del equipo: de estar pensando en mantener la portería a cero se ha pasado a buscar más goles que el rival. Se apuesta más por el juego ofensivo.

- Todo eso viene dado porque hay un mayor conocimiento de los componentes de la plantilla y una mejor adaptación de mucha gente que no conocía la categoría, incluso con barreras difíciles de rebasar como es la idiomática. Desde nuestra perspectiva, nunca hemos perdido la tranquilidad y la confianza a la hora de llevarlo a cabo. Sabíamos que era cuestión de tiempo, y el tiempo parece que nos está dando la razón. Pero, aún así, quedan muchos partidos por delante y mucho tiempo para mejorar.

- Después de un comienzo tan pésimo, ¿ se esperaba un cambio tan acusado en las últimas jornadas?

- Eso lo va marcando el tiempo. Nosotros quizás hemos sido las personas más tranquilas, junto al consejo de administración. Sabemos que si se confía en el cuerpo técnico y en la plantilla, a la larga, el tiempo nos dará o nos quitará razones. Pero lo que sí queda claro es que la ilusión y las ganas por hacer las cosas bien es patente desde que se entra por A Madroa hasta que finaliza cualquier partido, porque la dinámica y el trabajo entiendo que son buenos, pero aún así tengo que entender que en una Liga de veintidós equipos aunque todos los hagan bien van a ascender tres y a bajar cuatro, seguro.

- ¿En algún momento dudó si la directiva estaba dispuesta a dejarle continuar al frente del equipo?

- No, porque sobre eso ya me manifesté yo y también el presidente. Entiendo que la prensa especule con lo que quiera pero pienso que el presidente ha sido muy claro sobre la confianza que tenía depositada en nuestro trabajo.

- ¿Cómo se siente tratado en Vigo?

- Muy bien. La gente me guarda el mismo respeto que yo le guardo a ella. Todo va muy bien.

- Últimamente incide en lo mucho que le sorprendió la derrota ante el Girona.

- Sí porque vino a decir que la magnífica pretemporada que hicimos fue más ficticia que real porque, cuando llegamos a la realidad, del bofetón del Girona tardamos mucho en recuperarnos, nadie se lo esperaba.

- Dio la impresión que incluso le hizo dudar del papel de Trashorras en el equipo.

- No. Creo que esa duda la tiene más la prensa que yo.

- Pero es que a raíz de ese partido, el jugador perdió el puesto en el mediocentro y se le buscaron otras ubicaciones e incluso acabó en la grada en una ocasión.

- Por eso digo que quizás fue más ficticia que real la pretemporada porque cuando llegó la hora de competir nos dimos cuenta que en la zona de engranaje teníamos ciertos problemas. Y lo de Trashorras fue tratar de buscarle el acomodo en el lugar que más provecho nos podía dar, donde él se encuentra más protegido para que tome la responsabilidad en algún apartado, aún dejando otros por hacer, pero ahí es donde más rendimiento le podemos sacar.

- ¿Eso significa que ya no se cambiará de sistema de juego?

- Cuando las cosas van bien no hay por qué cambiarlas. Al igual que en un momento dado nos dimos cuenta que podíamos jugar con tres centrales, y con ese sistema no hemos perdido, pues nos ha abierto la posibilidad de jugar así por momentos, cuando nos interese, y manejar diferentes variantes.

- ¿Necesitará algún refuerzo en el mercado de invierno?

- Once Iniestas. Eso será difícil porque no lo tiene ni el Barcelona (risas). Me imagino que por parte del club y mía, siempre que se pueda mejorar, la puerta creo que debe estar abierta. Estoy seguro que se hará, si se puede y dentro de las posibilidades del club, pero habrá que analizar las circunstancias.

- La cantera comienza a tener un papel destacado en este equipo: Jonathan Vila, Dani Abalo...

- ... incluso Roberto Lago, que ha vuelto a aparecer por las alineaciones. Eso es porque tienen algo para ofrecernos. No se puede crear un capricho sobre la cantera si no hay gente que pueda aportar su grano de arena. Y estos que se han nombrado lo están haciendo bien y hay que seguir contando con ellos, como con Jordi, que está entrenando con nosotros. Es un chico que viene trabajando bien, despuntando en el filial. Llegado el momento, si tiene que debutar y aportar su grano de arena al primer equipo, pues bienvenido sea, a nadie le temblará el pulso por ello.