Juan Carlos Pastor ha convertido al Valladolid en el animador perpetuo de la Asobal,una especie de“outsider” rebelde y suicida. Su equipo no aspira al título liguero, pero es su juez. Serán los puntos perdidos contra los pucelanos los que efectúen la criba decisiva entre los candidatos reales (Ciudad Real,Barcelona, Ademar y Portland).

Es una función que también puede desempeñar el sorprendente Pilotes,que ganó en Granollers y asustó al Portland.De hecho, si el Valladolid pretende en verdad salvar esa distancia que aún lo separa de los poderosos, tiene en el conjunto vigués a su principal obstáculo.Los académicos pueden impedir que el Valladolid deje de ser el Valladolid y complete su metamorfosis.

Quique Domínguez tiene esa idea. El viaje a la capital castellana ha dejado de ser un trámite. “En nuestro ánimo está intentar ganar. Sabemos la dificultad. El Valladolid está jugando mejor Ha sabido integrar en su dinámica a jugadores que otros años no estuvieron bien, sobre todo Perales y Bilbija. Pero nosotros queremos mantener la línea que llevábamos antes del parón”.

También se parecen violetas y rojillos en el estilo alegre, desenfadado, que es la consecuencia de la menor presión que soportan al entender la zona alta como destino vacacional y no como lugar de trabajo.

“Jugamos variado en ataque,con velocidad y distintas alternativas ante las defensas que nos plantean. El juego está entreteniendo a los espectadores”. Pero no es cuestión de imitar a los de Pastor. Ese es más bien el peligro. El Valladolid propone un ritmo desenfrenado que desfonda al adversario si se le contagia.“Aprovechan mucho los errores contrarios, sobre todo si en ataque cometes pérdidas o fallos ingenuos”, analiza el técnico.

En ese sentido, lamenta la ausencia segura de Pablo Macías y la probable de Iván Infestas, “que son nuestra referencia en defensa. La experiencia de Iván es además esencial,porque sabe parar los partidos en momentos determinados”.

El Pilotes ya no dispone a estas alturas del elemento sorpresa. Se ha consolidado como revelación de la campaña.“Nos estudian más, pero yo lo prefiero. Señal de que estamos bien colocados.Ya nos pasó con Barcelona o Ciudad Real,que salieron sin ningún tipo de confianza. El que quiera ganarnos tendrá que utilizar todas sus armas y el Valladolid no será una excepción”,advierte. Paradójicamente,compartir inconformismo no hermana a los dos clubes. El fichaje de Tvedten, que enVigo se daba por hecho tras el acuerdo verbal, los ha divorciado.

El Pilotes ha denunciado alValladolid y sus presidentes cruzan invectivas.Nada que afecte dentro de la cancha.”No estamos obsesionados con Tvedten ni mucho menos”, asegura Domínguez.“ Es un jugador de calidad. Pero no pensamos más en él que en cualquier otro”.