El Celta inició ayer, con la concentración de Melgaço, la segunda fase de su puesta a punto para la temporada en ciernes. La primera semana de trabajo ha sido, en esencia, una toma de contacto, que ha servido para empezar a conocerse pero sobre todo que los futbolistas vayan asimilando el método, del nuevo técnico, Pepe Murcia, que ha esbozado ya las directrices de lo que pretende que sea el nuevo Celta: un equipo equilibrado, agresivo y a la vez pragmático, que conceda protagonismo al balón y cuide las jugadas de estrategia.

El primer amistoso de la pretemporada, jugado el pasado sábado ante el Portonovo, ha dejado buena impresión y también algunas pistas, con las limitaciones que impone un plantel al que faltan piezas esenciales y la diferencia de categoría con el adversario.

El sistema de juego

El dibujo del equipo que inicie la Liga dependerá de los futbolistas que finalmente conformen la plantilla. Faltan hombres en puestos esenciales, pues el equipo carece de volantes izquierdos y cuenta únicamente con Dani Abalo para el flanco diestro. El once de Portonovo se parecerá, por tanto, muy poco al que inicie la Liga frente al Girona. Murcia ha apostado de momento por un 4-4-2, primero con Ghilas y Perera y posteriormente con Iago Aspas y David Martínez. No obstante, en su anterior temporada en Segunda, al frente del Castellón, el técnico cordobés apostó, de forma inamovible, por jugar con un solo punta.

El rigor defensivo

Los buenos resultados no se entienden sin rigor defensivo o, como prefieren decir los entrenadores, sin equilibrio. Se trata, según ha explicado el propio Murcia, no de construir el juego desde la solidez defensiva, sino de que todo el equipo se aplique con intensidad en la defensa mediante el achique del espacio. La agresividad en la presión es una cuestión esencial para el técnico y así se lo ha hecho saber ya a sus jugadores.

La estrategia

Las jugadas de estrategia suelen marcar las diferencias en la Segunda División y se pondrá suma atención al cuidado de los detalles defensivos en este tipo de acciones. El nuevo técnico ha insistido en estos primeros días mucho en este aspecto, no siempre controlable y que puede crear dificultades el mejor de los equipos.

Protagonismo del balón

En esta primera semana de ensayos el balón ha tenido un protagonismo poco frecuente a estas alturas de la temporada. Murcia sostiene que rigor defensivo no es incompatible con el buen trato hacia el balón y pretende que la pelota esté siempre presente desde los primeros entrenamientos. Algunos de los ejercicios de estas primeras jornadas recuerdan, de hecho, a los que empleaba no hace mucho Víctor Fernández en aquel gran equipo que convirtió al Celta en referente de las buenas maneras futbolísticas.

Trashorras y Oubiña

A la espera del regreso de Oubiña, que empieza de cero y tiene un largo camino por delante hasta alcanzar su nivel óptimo de forma, el lucense está llamado, a convertirse en el cerebro del equipo. Ambos pueden formar un tándem extraordinariamente rentable, Oubiña como destructor del juego contrario; Trahorras como eje creativo del ataque. Nadie va a descubrir a estas alturas las virtudes del vigués, pero el talento del lucense para la organización del juego impresiona hasta en los entrenamientos.

El vestuario

El Celta fracasó el pasado curso en su intento de construir un grupo cohesionado. Las distintas sensibilidades del equipo, los tumbos del banquillo y la peligrosa deriva de los resultados acabaron por convertir el vestuario en una verbena en la que cada cual hacía la guerra por su cuenta. El Celta vuelve a empezar ahora de cero, pero este problema parece más atenuado, ya que apenas quedan supervivientes de la temporada del descenso, los que permanecen en nómina son casi todos de nueva hornada y (salvo en el incierto caso de Perera) están en el equipo por convicción.

Se aprecia, en este sentido, mayor voluntad de construir un grupo que el pasado año y también un vestuario, en su conjunto, más bregado. La experiencia y el conocimiento de la categoría es mayor y también lo deber ser el peso en el vestuario de algunas de las nuevas incorporaciones como Fajardo Edu Moya, pero sobre todo de futbolistas como Francisco Noguerol o Antonio Notario.

Las carencias

El equipo ha echado a andar con evidentes carencias en el medio campo, especialmente en la banda izquierda y esto supone un problema de considerable calado. El club mantiene abiertos varios frentes de negociación para tratar de cerrar cuanto antes alguna incorporación, pero está encontrando importantes dificultades para lograrlo.