Sastre es el nuevo heredero. Tras Pereiro y Contador, se ha encargado de que en el podio de los Campos Elíseos se siga hablando español por tercer año consecutivo. Después de Bahamontes, Ocaña y Delgado, Indurain privó a los españoles de la siesta durante cinco gloriosos años. La era de Armstrong ayudó a enfriar la euforia española y la ronda gala parecía carecer de interés hasta que llegaron Pereiro y Contador. El veto del Tour a que el madrileño defendiera su título señalaban al australiano Cadel Evans como el gran candidato a la prenda dorada. Pero no contó con un Sastre luchador, tenaz, que poco a poco fue forjando su triunfo gracias a la fortaleza de sus piernas y a la solidez de su equipo, el CSC. El triunfo le llega al final de su carrera, pero llega a tiempo para convertirse en el nuevo héroe del Tour. Sastre será nombrado Hijo Adoptivo de de Ávila, donde dará nombre también al nuevo polideportivo cubierto. El Barraco ya espera su llegada para brindarle una gran fiesta.