La sensación que queda tras el primer fin de semana de actividad en el trazado urbano es la de que este ensayo general era absolutamente necesario para completar la puesta a punto de un recinto que, si bien cumple en lo esencial, está desprovisto de los detalles que lo convertirían en el espacio perfecto.

La evolución desde el viernes, día en el que los bólidos comenzaron a rodar sobre el nuevo asfalto del circuito, hasta el momento en el que la bandera de cuadros ondeó por última vez, ha sido notable, por lo que cabe pensar que, las poco más de tres semanas que restan hasta el 24 de agosto serán suficientes para subsanar las deficiencias del trazado.

El estado de la pista, el principal quebradero de cabeza para la organización, ha superado la prueba con éxito y el nuevo asfalto ha respondido a las expectativas a pesar de que todas las pruebas se celebraron con temperaturas por encima de los treinta grados.

Uno de los pocos problemas del firme se registró en una junta de unión del puente giratorio que cierra la dársena interior del Puerto de Valencia, donde se levantó una parte de la pista rematada con un material que no tiene la misma composición que el asfalto en un punto crítico sometido a constantes presiones de frenado y aceleración.

Charlie Whiting, director de carrera de Fórmula Uno, pudo comprobar sobre el terreno el estado óptimo de la pista y se mostró "encantado" con el trabajo realizado para crear un circuito urbano de la nada en tan solo nueve meses.

Los pilotos que han tenido el honor de ser los primeros en rodar por el trazado urbano de Valencia también han dado el aprobado a las medidas de seguridad, asimilables a las de los trazados permanentes más modernos, mientras que sobre las sensaciones experimentadas al volante, casi todos coinciden en que se trata de una pista rápida, exigente y divertida.

Donde los responsables de Valmor Sports, empresa organizadora del Gran Premio de Europa, tendrán que emplearse a fondo para satisfacer las exigencias del magnate Bernie Ecclestone será en mejorar los accesos y la movilidad en el interior del trazado, así como en mejorar el vallado y rematar los 'adornos' del recinto.

Para ello, necesitará contar con la colaboración de las instituciones municipales, a quienes Carlos Gracia, presidente de la Federación Española de Automovilismo, exigió públicamente "que se pongan las pilas y comiencen a trabajar con responsabilidad" para elaborar un plan especial que ahorre problemas de acceso.

Una vez dentro del circuito, moverse por él aún resulta complicado. La ausencia de pasarelas hace que las distancias sean enormes, algo que tampoco se ha logrado compensar con los transportes especiales dispuestos por la organización.

Sin embargo, la previsión es que en el momento de la disputa del Gran Premio de Europa, el circuito disponga de cinco nuevas pasarelas para facilitar la movilidad.

Durante el fin de semana también se ha podido asistir a algunas escenas impensables en un Gran Premio de Fórmula Uno, como la de ver a aficionados sin entrada encaramados a las vallas del circuito o intentando 'colarse' por alguno de los resquicios que han quedado sin vallar por falta de tiempo, aunque Valmor Sports ya ha anunciado que todas esas cuestiones se resolverán antes del 24 de agosto.

Además, tampoco es comparable la cantidad de personas que han acudido este fin de semana, unas 30.000 según la organización, con el lleno absoluto que se espera en agosto en las más de 112.000 localidades con las que cuenta el trazado valenciano, todas ellas sentadas.