Nadal, que la próxima semana podría arrebatar el número uno mundial al suizo Roger Federer, apenas necesitó una hora y media de juego para derrotar a un Kiefer, que tan sólo puso el apuros al tenista español en el quinto juego de la segunda manga, en la que el balear tuvo que salvar tres bolas de rotura con 2-2 en el marcador.