El Celta ultima ya la contratación de un nuevo servicio jurídico tras producirse la ruptura con el despacho de Garrigues, con el que ell club había mantenido una profunda relación desde que Carlos Mouriño se hiciera cargo de la presidencia. Hasta el punto de que uno de sus abogados en Vigo, Ángel Piñeiro, se convirtiera desde entonces en consejero de la entidad.

Ahora, el Celta y el despacho de abogados Garrigues han roto su relación. El club, por lo tanto, pierde un consejero, Ángel Piñeiro, y la asesoría jurídica que la ha guiado en su camino hacia el proceso concursal; y se queda, por lo tanto, sin representación legal en el proceso concursal que ha iniciado recientemente.

La operación de distanciamiento se ha venido fraguando en las tres últimas semanas. Aunque, algunas fuentes sitúan el momento inicial del alejamiento en la llegada de Antonio Chaves, miembro hasta ese instante del despacho de letrados, a la dirección general del Celta sin el consentimiento de la empresa.

Tanto una parte como otra se limitan a reconocer esa ruptura aduciendo, en términos generales, que el servicio para el que se había contratado a los asesores había concluido con la entrada del club en la Ley Concursal y que hasta ahí llegaba el compromiso.

Son "razones profesionales" y "conclusión del encargo" son las versiones oficiales, si bien en el entorno céltico se manejan otras causas, dependiendo de la afinidad del interlocutor. Se aduce "pérdida de confianza" en la relación, se habla de "pérdida de imagen" del despacho debido a la situación del Celta...Lo cierto es que el pasado viernes se produjo un encuentro entre los principales representantes del Celta y de la asesoría jurídica para romper la relación que había mantenido hasta el momento.

Ahora, el Celta, que tiene previsto cerrar un nuevo acuerdo con otro despacho de abogados en Vigo para cuestiones rutinarias, tiene en Antonio Chaves, su director general, a su principal asesor en matería jurídica, aunque debe nombrar en breve un representante legal en el proceso concursal, después de que los abogados salientes ya hayan presentado por escrito ante la responsable del Juzgado de lo Mercantil Número 1, su renuncia.

La gestión en el Celta continúa a pesar de que la baja de Ángel Piñeiro podría hacer peligrar la capacidad del consejo de administración al reducirse considerablemente el número de consejeros en los últimos tiempos. El equipo dirigente sólo puede decidir si está compuesto de siete miembros. Después de que todos pusiesen su cargo a disposición del presidente antes del 30 de junio ese cantidad esta ahora mismo en el límite, ya que junto a Carlos Mouriño mantienen su relación de responsabilidad en el club Ricardo Barros, Antonio Rosendo, Pedro Posada, Primitivo Ferro, Carmen Avendaño y Gabriela Lago Suárez-Llanos. No obstante, el grupo podría verse modificado en los próximos días, ya que el propio presidente céltico había avanzado la idea de incrementar durante este verano su grupo de trabajo.