Valentino Rossi festejó a la grande su renovación por dos años con Yamaha. Ayer consiguió en Laguna Seca, en una pista donde nunca había ganado, una impresionante victoria sobre Casey Stoner que le afianza al frente de la general del Mundial de pilotos y que frena en seco al australiano que llegaba a Estados Unidos tras haberse impuesto en las tres carreras anteriores y que en los entrenamientos de este fin de semana había dejado claro que no tendría rival en la pista californiana. Hasta siete de décimas por vuelta tenía de ventaja el actual campeón del mundo.

Pero Rossi es mucho Rossi. El italiano sabía que para tener alguna opción tenía que llevar su montura al máximo y sobre todo sacar al australiano de su rutina, de esos monólogos en los que va mejorando sus registros hasta quedarse solo en cabeza. El de Yamaha salió como un cohete detrás de Stoner. No fue la suya una de esas clásicas salidas mediocres que le obligan a pasar las primeras vueltas remontando pilotos de forma constante y que le penalizan porque cuando llega a la zona de cabeza alguno de sus rivales ya ha puesto tierra de por medio. Por eso ayer afinó de lo lindo y salió tras Stoner que se preparaba para darse un paseo. Pero Rossi, en la tercera curva ya le había metido la rueda mientras por atrás Lorenzo "volaba" por encima del manillar de su moto y rodaba por los suelos de forma espectacular. Acabó el día en el hospital móvil siendo sometido a diversas pruebas. Por delante Stoner y Rossi libraron un cuerpo a cuerpo imponente. El italiano contestó a cada adelantamiento con la máxima celeridad. Necesitaba romperle el ritmo, evitar que se escapase y lo suyo fue un recital. Corrieron como posesos, se escaparon más de veinte segundos de sus rivales y resultó estremecedor ver cómo resistían de pie (sobre todo Rossi en el "sacacorchos" cuando se mantuvo de milagro de pie sobre la moto tras tocar la arena). Fue una locura de más de veinte vueltas en las que corrieron pegados, apurando frenadas, jugándose el tipo y el Mundial. Entonces a Stoner, a falta de nueve vueltas, le pudo la presión. Entró en una curva lanzado y se fue al suelo. Rossi había ganado tras lograr su objetivo. Una lección de manual. A Stoner al menos le dio tiempo a levantarse y ser segundo. Si no lo hubiera hecho, el Mundial estaría casi resuelto.